Trump, Twitter y la política de 140 caracteres
3 de julio de 2017Cuando el ex presidente de EE. UU., Barack Obama, dejó su cargo, la Casa Blanca se enfrentó a un desafío antes nunca visto. ¿Qué hacer con la herencia digital que Obama había dejado en las redes sociales? En realidad, fue el primer presidente que recibió, por ejemplo, una cuenta oficial de Twitter.
Con la entrega a su sucesor Donald Trump, Obama tuvo que renunciar a esa cuenta. Sus tweets fueron archivados y Trump recibió acceso a la cuenta de Twitter, posiblemente, más poderosa de todos los tiempos. Sin embargo, al nuevo presidente no le interesa esa nueva cuenta, sino que prefiere divulgar sus mensajes a través de su cuenta privada @realDonaldTrump. Además, generando mucha atención. Los mensajes que publica en esta cuenta se han convertido en su medio de comunicación preferido y ahora están siendo estudiados incluso por los institutos de investigación.
Aun así, para entender mejor su cuenta no hace falta esperar conclusiones o hasta que Trump renuncie al cargo. El informático Brendan Brown se tomó la molestia de recopilar el historial de Trump desde el inicio de su actividad en Twitter. Este "Archivo” no es solo un centro de documentación digital, sino también una herramienta apasionante de investigación. Con algoritmos para filtrar mensajes, Brown logró poner un poco de orden en la caótica cuenta del presidente. Como resultado, descubrió algunos temas a los que siempre se refiere.
Noticias falsas y medios malignos
Todo el mundo sabe que Trump tiene una relación complicada con la pluralidad de medios. Uno de los temas recurrentes para él son las noticias falsas, ya que cree que muchos informes negativos acerca de él son falsos aunque estén confirmados por fuentes independientes. En su cuenta ha publicado con esta etiqueta alrededor de 60 tweets. Además, también algunos periodistas están en el punto de mira de sus tweets y se ha enfrentado por lo menos 20 veces a las redacciones de CNN o del New York Times.
Insultos favoritos
Trump no solo se despacha contra los medios en Twitter, sino también contra algunas celebridades recurriendo incluso a insultos. El más repetido de su repertorio es "perdedor”, con 234 menciones, seguido de "tonto” o "cabeza hueca”, con 222 tweets. "Terrible”, "estúpido”, "débil” o "deshonesto” siguen en la lista con más de 100 menciones.
Siempre con una solución a mano
Bien sea un muro en la frontera con México o prohibir viajar a personas de países musulmanes, Trump defiende una política de soluciones simples y radicales sin pensar en su capacidad para llevarlas a cabo. También en Twitter le gusta presumir de ideas rápidas para problemas difíciles. Y como eje de sus supuestamente brillantes ideas, frecuentemente aparece el mismo hablando en tercera persona.
Más rápido, más alto, más fuerte
Su gran riqueza de ideas podría ser debido a que Trump se presenta como una figura superior en Twitter, aunque algunas de sus opiniones contrastan con su comportamiento real. Tenía uno de los "mejores coeficientes intelectuales”, era el "mejor constructor”, la "personas menos racista”… y "nadie sabe usar Twitter tan bien como Trump”.
#Covfefe y otros errores con el teclado
Está claro que Trump provoca furor con su cuenta de Twitter. Pero, a veces, genera atención involuntariamente. Por ejemplo, con un tweet que mandó hace semanas a altas horas de la noche que no tenía sentido. También los errores ortográficos son comunes en los tweets de Trump. A veces consigue borrar los mensajes con errores, pero a Brown no se le escapó uno de los más sospechosos. Desde que automatizó su algoritmo se registra cada tweet y logro inmortalizar el famoso "#Covfefe” para la posteridad.
Peor no se puede
Sus errores en Twitter no son nada comparados con lo que hace la competencia. En el universo tuitero de Trump hay principalmente tres categorías: los que hacen algo "peor”, los que "no tienen ni idea” y los que "se burlan de él”.
Obsesión por Obama
Además de negarse a creer durante años que su predecesor había nacido en Estados Unidos, Trump tiene una auténtica obsesión con Barack Obama que comenzó mucho antes de presentar su propia candidatura. Escribió cerca de sesenta veces sobre el ex presidente y otras 80 veces habló sobre su lugar de nacimiento. Sin embargo, Obama está en el puesto número tres de Twitter con su cuenta privada @BarackObama. Desde su puesto número 30, Trump no puede hacer mucho contra eso.
Repartir, pero no aguantar
Aunque a Trump le guste meterse con su comunidad, él no encaja muy bien las críticas de sus usuarios en la red. Los que hablan mucho sobre sus errores terminan cayendo en su lista negra digital. Pero, en eso, sus críticos se parecen a Trump: nadie conseguirá hacerles callar.