Triple amenaza a la vida en los océanos
4 de octubre de 2013Los mares del mundo están en peligro. Y la amenaza que se cierne sobre ellos es mayor aún que la consignada en el reciente informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), lo cual ya es decir bastante. Así lo afirma un reporte del Programa Internacional sobre el Estado de los Océanos (IPSO, por sus siglas en inglés) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), organizaciones que agrupan a científicos y otros especialistas en la materia.
El informe advierte que el impacto de los cambios registrados a nivel global en los océanos es más grave e inminente de lo que se había anticipado. “La situación debería ser objeto de la mayor preocupación para todos, ya que todos se verán afectados por cambios en la capacidad del océano de sustentar la vida en la Tierra”, afirmó el director científico del IPSO, el profesor Alex Rogers, del Sommerville College, de Oxford.
El “trío mortal”
El informe identifica tres grandes factores de preocupación, a los que se refiere como el “trío mortal”: la desoxigenación, la acidificación y el calentamiento de los océanos. Con respecto al primero, hace notar que se acumula la evidencia de una progresiva pérdida de oxígeno en los mares y cita informes que prevén una reducción de entre el 1 y el 7 por ciento hasta el año 2100. Entre las causas se menciona el calentamiento global y la contaminación provocada por los vertidos de desechos de la industria agrícola y aguas servidas.
La acidificación de las aguas marinas, por una creciente concentración de CO2, también supone una amenaza para el ecosistema. Según advierten los científicos, con las concentraciones previstas para mediados del presente siglo, o antes, la erosión excederá a la calcificación en el proceso de formación de los arrecifes de coral, lo que redundará en la extinción de determinadas especies y afectará a la biodiversidad en general.
En cuanto al tercer factor del “trío mortal”, los científicos se remiten al reciente informe del IPCC, indicando que los mares están absorbiendo parte considerable del calentamiento global, con consecuencias negativas para el ecosistema, incluyendo la alteración de las dinámicas de la cadena alimentaria y la propagación de enfermedades.
Llamado a la acción
A los ya citados factores interrelacionados, se suma también otro problema originado por el ser humano: la sobrepesca, que sigue poniendo en peligro especies claves. Todo ello configura un panorama inquietante, ante el cual los científicos del IPSO y la UICN urgen a tomar medidas. En concreto, demandan la reducción de las emisiones de CO2 para que el aumento de la temperatura global se mantenga por debajo de los 2 grados Celsius, y la implementación efectiva de un sistema de gestión basado en los intereses de la comunidad y los ecosistemas, que favorezca la pesca en pequeña escala.
Igualmente piden un acuerdo internacional para asegurar la conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad en las aguas internacionales. El tiempo apremia, según subrayó el profesor Dan Laffoley, de la UICN, indicando: “lo que estos últimos informes dejan absolutamente en claro es que posponer las acciones incrementará los costos en el futuro y provocará pérdidas mayores, quizá irreversibles”.