Trigo ruso, un asunto de Estado para Nicolás Maduro
25 de septiembre de 2017
El acuerdo con Rusia para el suministro de hasta 600.000 toneladas de trigo a Venezuela fue sellado en mayo pasado, durante la visita del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a Moscú. El primer cargamento del grano llegó a principios de septiembre, y un segundo buque arribó el pasado 22 de septiembre. Y habrá más. Medios afines al gobierno de Venezuela afirman que esto es parte de una "operación antibloqueo” o que, así, "el Ejecutivo venezolano garantiza la soberanía alimentaria frente al sabotaje a la economía nacional promovida por sectores de la derecha”.
Pero, ¿es dicho acuerdo conveniente para ambos gobiernos, o para la población venezolana? "Es bien conocido en el mercado mundial que en estos momentos el trigo de Estados Unidos tiene más bajo precio, y también el de Argentina, que el trigo ruso”, dice a DW desde Venezuela Werner Gutiérrez Ferrer, exdecano de la Facultad de Universidad de Zulia y especialista en temas relacionados con la agronomía de su país.
Más que económico o social, el manejo que se ha dado al acuerdo ruso-venezolano es político, afirma el entrevistado: "Venezuela mantuvo hasta hace muy poco una estrecha relación comercial con Argentina. A partir del momento en el que gana el presidente Macri y que comienza la crítica con respecto a la situación democrática en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro rompe prácticamente cualquier tipo de relación.” Esto incluye la compra de trigo argentino, hasta ese entonces proveedor tradicional del grano a Venezuela. Otros países o bloques, por ejemplo, el Mercosur, serían otras opciones con mejor precio y a menor distancia que la rusa, agrega.
Buenas intenciones
En cuanto a los alcances del suministro ruso, "la intención es buena, mas no suficiente para atender la demanda nacional de trigo en un país con niveles de escasez como los actuales”, dice a su vez José G. Hernández, profesor de Economía Agroalimentaria en Maracay. Según el especialista, "600 millones de kilogramos de trigo granel equivalen a 1,25 kilogramos de trigo beneficiado por habitante.”
Gutiérrez Ferrer, por su parte, da más cifras: "Escasamente están ingresando divisas por alrededor de los 17.000 millones de dólares al año, y de ahí hay que hacer todas las importaciones en Venezuela. El gobierno ha disminuido la cantidad de alimentos que trae al país, y evidentemente, con menos producción interna y con menos importación de alimentos, han surgido la escasez, la inflación y especulación de alimentos.” El desarrollo de las importaciones venezolanas de trigo y otros productos desde que tomó el poder el chavismo en Venezuela es resumido por el experto en el siguiente audio.
El cálculo ruso
Causada por factores internos o externos, la escasez de recursos en las arcas venezolanas hace que parezca poco viable sostener a largo plazo la compra de trigo caro proveniente de Rusia. ¿Qué tanto durará entonces el acuerdo? "Eso va a depender de la voluntad política de Rusia, de seguir soportando y dándole apalancamiento al gobierno de Nicolás Maduro. Evidentemente, Rusia ve en Venezuela y en Maduro un aliado estratégico”, responde Gutiérrez Ferrer. A esto se agrega otro factor: Venezuela está entre los cinco países que más trigo consumen en el mundo. El grano forma parte de la dieta tradicional de millones de venezolanos. De modo que el trigo ruso es, para el gobierno de Nicolás Maduro, también un asunto de Estado.
Lea en la siguiente página la entrevista completa con el Ing. José Gregorio Hernández, de la Universidad Central de Venezuela
DW: ¿Qué nos dice este acuerdo en cuanto a la situación de abasto de granos en Venezuela?
Ing. José Gregorio Hernández: El tema del abastecimiento en Venezuela cada vez es más crítico, el Gobierno está en pleno conocimiento de causa y por ende los posibles escenarios a desarrollarse producto de los niveles de escasez de alimentos.
Desde el año 2005 en Venezuela se inicia un proceso político implementado por quien era el Presidente de la República para la fecha, Hugo Rafael Chávez Frías, desarrollándose una serie de expropiaciones de fincas con vocación agrícola, la mayoría con altos niveles de productividad, bien sea, agrícola o pecuaria. La cifra de hectáreas expropiadas superó las 5 millones, para ser repartidas o asignadas a Cooperativas Socialistas inicialmente y luego a las Empresas de Producción Socialista (EPS). Los resultados de ambas en ningún caso lograron los objetivos del Régimen.
Venezuela cuenta con alrededor de 50 millones de hectáreas con vocación agroproductiva (agrícola, pecuaria y forestal). Hasta el 2006 productor de arroz y exportaba 120 mil toneladas métricas; de igual manera fue exportador de plátano hasta el 2006 y llegó a ser el cuarto exportador mundial. En el caso del maíz blanco para la arepa se autoabastecía; ahora bien, en el caso del consumo de trigo el país siempre ha dependido de la importación desde el siglo XX.
En la actualidad, el campo venezolano está al mínimo de su capacidad productiva, como resultado de la implementación de políticas agroalimentarias erradas en cuanto a propiciar las condiciones ideales para fomentar los emprendimientos agroproductivos, afianzar los sistemas en producción ya establecidos y materializar el Desarrollo Agronómico (DA). Pero no es suficiente para generar las condiciones necesarias para alcanzar el Desarrollo Rural (DR) (entendiendo éste como la maximización del desarrollo social, tecnológico, económico y político del Sector Rural).
De lo anterior, la actual situación de abastecimiento de granos en Venezuela está comprometida, pues si bien es cierto que el país cuenta con potencialidades agroecológicas para la producción durante todo el año, más cierto es que aun no se han tomado las decisiones políticas para abordar y tratar el problema del abastecimiento, y es justamente la mayor traba burocrática al implicar la aceptación por parte del Régimen, y su falta de competencia en materia agroalimentaria. Y mientras más se tarde adoptando las políticas agroalimentarias necesarias en el área de las garantías jurídicas, económicas y sociales más se tardará en reactivar el aparato agroproductivo nacional y el abastecimiento del Sistema Agroalimentario Venezolano (SAV).
¿Por qué Venezuela decide comprarle grano a Rusia y no a otros de sus clientes tradicionales como Argentina y Estados Unidos?
La decisión es política, y responde a los convenios de cooperación política y económica entre los nuevos aliados, si tomamos en cuenta el tiempo durante el cual Venezuela fue de los principales socios comerciales de EEUU a nivel Latinoamérica y el Caribe, así como las relaciones comerciales sostenidas entre Argentina y Venezuela, mucho antes de Venezuela ser miembro pleno del MERCOSUR.
Desde el período de gobierno de Chávez la política exterior ha sido dirigida hacia distanciarse de los tradicionales socios de Venezuela y principalmente de EE. UU.. Ello llevó a diligenciar la celebración de convenios de entendimiento y de cooperación con otras naciones como China, países del Medio Oriente, Cuba, la región Euroasiática, Rusia entre otros.
Esta política se ve en su mayor auge cuando se materializó el llamado viraje a la Nueva Izquierda Democrática Latinoamericana, el impulso del Socialismo del Siglo XXI y nueva geometría del poder multipolar propuesta por Chávez y motorizada por los altos precios del petróleo.
En la actualidad, el gobierno se ha visto muy afectado por la caída de los precios del petróleo, la principal entrada de divisas del Ministerio de Hacienda. Aunado a ello, una serie de sanciones políticas y económicas contra el gobierno de Venezuela y un conjunto de funcionarios por parte del gobierno de EE. UU., dichas sanciones han sido adoptadas e implementadas por los socios comerciales de los EE. UU., generando un cerco económico y político con la finalidad de propiciar un cambio las directrices políticas del régimen en Venezuela.
Esto ha traído como consecuencia la escasez de divisa a las arcas nacionales, y el nivel de Gasto Público requiere de un precio del Barril de Petróleo superior los 30 dólares, según los cálculos del presupuesto nacional para el año 2017. Sin embargo, en un escenario de mercado mixto con fuerte intervención del Estado, regulación de precios, escasez de insumos de materia prima al sector primario y sector secundario, escasez de prestación de Bienes y Servicios sector terciario, un proceso inflacionario cada vez más agudo, y encima de ello con impresión de dinero inorgánico. Todo ello ha llevado al Gobierno tomar decisiones más comprometedoras en función de endeudamiento tanto interno como externo para financiar el Gasto Público.
Hoy día China y más fuerte en los últimos tiempos Rusia han decido por geopolítica y estrategia ser los nuevos acreedores de la deuda venezolana.
La medida es presentada como gran salvación y la cantidad de grano a importar luce enorme. ¿Solventa en realidad el desabasto de grano en Venezuela?
El caso de la importación de trigo desde Rusia se debe tener en consideración varias aristas:
Ø El Estado tiene el control absoluto de la importación de rubros estratégicos, en este caso el sector agroalimentario,
Ø El Estado se reserva la distribución de los rubros estratégicos agroalimentarios, y la decisión de a quién les concede las licencias de importación o cupos de adquisición de materia prima.
Ø Las 600 mil toneladas métricas o su equivalente 600 millones kg de trigo granel, no está beneficiado y debe procesarse, por tal razón eso representa una cantidad menor de harina en comparación con las 600 mil toneladas métricas.
Ø Una vez beneficiado las 600 mil toneladas métricas corresponden a 1,25 kg trigo beneficiado por habitante, para ser consumido entre el 01 de septiembre de 2017 y el 31 de diciembre de 2017. Es decir, gramos al día por persona.
Es necesario hacer notar lo siguiente, las 600 mil toneladas métricas de trigo a Granel deben distribuirse entre:
Ø La industria de la panificación (Pan industrial),
Ø Sector panadero (panaderías),
Ø La industria de las pastas,
Ø La industria de galletas,
Ø El sector de la pastelería y
Ø Los Cereales de alimentación infantil, etc.
Definitivamente se trata de una estrategia de marketing político. Es una medida efectista en el corto plazo, pero a largo plazo está muy lejos de garantizar el abastecimiento mínimo necesario para el nivel de demanda del rubro en el mercado doméstico o interno.
¿Cuál es el interés de Rusia?
Rusia tiene interés estratégicos - geopolíticos en Venezuela, desde la situación geográfica, al Norte de Sur América, próximo al Canal de Panamá, reservas de petróleo probadas por más de 200 años y reservas de Gas Natural de las más importantes del planeta. Venezuela cuenta en el 70% de su territorio con agua dulce producto de poseer el segundo acuífero más importante de Sudamérica luego de Bolivia.
Rusia y China tienen suscrito con el gobierno venezolano tratados para la explotación minera metálica y no metálica. Ello implica todo, desde el oro del cual Venezuela cuenta con dos de las mayores betas del metal precioso en las Cristinas, hasta uranio, coltan, torio, diamante, hierro, bauxita, arenas sílice, gravas, carbonato de calcio, cobre, etc.
Rusia estaría asegurando una posición estratégica como acreedor de la deuda venezolana y se estaría cobrando a través de la explotación de los recursos naturales de Venezuela, y en la gestión de gobierno de Chávez hasta se estudió la posibilidad de establecer una base militar rusa en Venezuela.
¿Cuánto puede durar un acuerdo de este tipo?
Cuánto tiempo puede durar con este tipo de acuerdo en el cual Venezuela se está endeuda cada vez más, está supeditado a la propia duración del Régimen en la gestión de Gobierno.
En este momento las mejores relaciones de negocio para el gobierno son con Rusia; en el pasado inmediato eran con China, Irán y Bielorrusia.
Queda claro que el régimen necesita y debe buscar fuentes de financiación de su ritmo de Gasto Público, en un país donde el aparato productivo ha sido deliberadamente expoliado, disminuido en su capacidad operativa, bajo la concepción de lograr un cambio de modelo productivo, para pasar del modelo rentista capitalista de un país monoproductor petrolero a uno de modelo de producción socialista de mercado mixto con fuerte intervención del Estado.
Sin embargo, la realidad social, económica y política interna de Venezuela jugarán un papel fundamental en la duración de la actual gestión de Gobierno. Los actuales niveles de escasez de alimentos, medicinas, materias primas para los tres sectores formales de la economía son cada vez mayores. Ello está influyendo a su vez en un mercado altamente inflacionario, el cual devora el poder adquisitivo del venezolano. Para el 2017, según Oswaldo Lairet (CEO de Sequoian Financial Group), habrá una hiperinflación de 3268%. En el período de Chávez y Maduro, Venezuela incrementó su base monetaria en 326,800% (3.268X), y en el mismo lapso perdió el 30% de sus reservas internacionales. La política monetaria venezolana financia la deuda pública interna devaluando el Bolívar independientemente de estar quemando las reservas internacionales con su política clientelar de captura de renta.
A esto se suman la presión social producto del mercado negro de bienes y servicios, la hiperinflación, erosión del poder adquisitivo, éxodo de capital humano, crisis en el sector salud tanto por la escasez de medicinas como por los brotes de enfermedades erradicadas en la mayoría de los casos hace más de 40 a 50 años. Todo fue evidenciado en las protestas de diciembre pasado con el anuncio de retirar de circulación el billete de cien bolívares a partir de 20 de diciembre de 2016 para ser sustituido por un nuevo cono monetario.
El factor restante son las protestas impulsadas por la sociedad civil exigiendo:
Ø Libertad de los presos políticos.
Ø Reconocimiento de la Asamblea Nacional electa en diciembre de 2015.
Ø La apertura de canales humanitarios de alimentos y medicinas.
Ø Renovación de las autoridades del Consejo Nacional Electoral y publicación del Cronograma Electoral de las los eventos ya vencido o pospuestos para nuevas fechas, como las elecciones regionales los alcaldes y gobernadores.
El Ing. Jose Gregorio Hernández es Profesor de Economía Agroalimentaria en la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela, Campus Maracay