Tribunal alemán decide futuro del NPD
15 de enero de 2017La opinión pública alemana tendrá un nuevo tema de discusión a partir del martes (17.1.2017): ese es el día en que el Tribunal Constitucional decidirá si procede o no prohibir al Partido Nacional Democrático (NPD). El pronunciamiento de esta corte genera expectativas porque el primer intento de proscribir a la formación de ultraderecha fracasó estrepitosamente en 2003. Tampoco ahora es seguro que los jueces de Karlsruhe aprueben la solicitud del Bundesrat –la cámara de las regiones germanas– y ordenen la disolución del NPD.
El Partido Nacional Democrático fue fundado en 1964 y cuenta hoy con 5.000 afiliados. Eso lo convierte en el mayor partido de la extrema derecha. El servicio de inteligencia interior de Alemania afirma que el NPD aspira a subvertir el orden político de Alemania y le achaca "una postura benévola hacia el nacionalsocialismo histórico”. El partido tuvo su cénit en los años sesenta; entonces llegó a ocupar escaños en siete Parlamentos regionales. Después declinó su estrella durante décadas.
Sin embargo, tras la reunificación de Alemania en 1990, el NPD recuperó ímpetu en el este del país, más propenso a la xenofobia y al racismo, y desembarcó durante dos legislaturas tanto en el hemiciclo de Sajonia como en el de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. En septiembre de 2016 perdió la última representación parlamentaria regional. El Tribunal Constitucional es el único órgano que puede prohibir partidos en Alemania. En 2003 fracasó un intento promovido por el Gobierno y las dos cámaras del Parlamento alemán.
En aquella ocasión, los magistrados criticaron el hecho de que informantes de los servicios secretos estuvieran infiltrados en la cúpula del partido y no quisieron descartar que espías pagados por el Estado hubiesen fabricado pruebas en contra del NPD. La nueva solicitud de prohibición fue elevada en 2003 sólo por la Cámara Alta del Parlamento germano, el Bundesrat. Para prohibirlo, no basta con demostrar que un partido exhibe una orientación extremista; también es necesario determinar que es un peligro para el Estado y el orden democrático.
En este último punto hay disenso en Alemania. Muchos alegan que la formación se ha debilitado continuamente desde el comienzo del juicio y no representa un verdadero riesgo. En la actualidad cuenta con un diputado en el Europarlamento y 360 mandatos en municipios. "El NPD no tiene relevancia política alguna y tampoco está anclado en la sociedad”, argumenta el experto en extremismo Eckhard Jesse, quien cuestiona la necesidad de prohibirlo. El politólogo Steffen Kailitz, de la Universidad de Dresde, opina todo lo contrario.
Kailitz alertó en declaraciones hechas al semanario Der Spiegel que sería un despropósito juzgar al NPD por sus resultados electorales actuales. "Se equivoca el que crea que el partido está muerto”, dijo Kailitz. La agrupación sigue recibiendo dinero del Estado como cualquier otro partido alemán que consigue más del 0,5 por ciento de los votos en comicios generales o más de 1,0 por ciento en los regionales. En caso de ser prohibido, el NPD deberá disolverse y devolver los mandatos.
ERC ( dpa / AFP / Der Spiegel )