Tras la pista de los genios de la copia
8 de febrero de 2014
Basta visitar un evento como la feria de consumo Ambiente de Fráncfort, inaugurada este viernes (07.02.2014), para que las empresas de ese ámbito descubran lo que sus competidores han estado haciendo durante los últimos doce meses. A veces, un recorrido es suficiente para llevarse sorpresas desagradables. Por ejemplo, que los juguetes, muebles o aparatos electrodomésticos en los que una compañía ha invertido tiempo y recursos han sido imitados al detalle y lanzados al mercado por otra empresa.
Boom de las falsificaciones en Internet
“El área de los productos de consumo masivo es una donde abundan los plagios”, comenta Kerstin Karotke-Preuss, directora de Asuntos Públicos de Ambiente y coordinadora de una iniciativa para desenmascarar falsificadores entre los exponentes de esa feria. “Nosotros ofrecemos material informativo y contamos con expertos; entre ellos, abogados que pueden ofrecer ‘primeros auxilios’, dando pasos jurídicos directos en cuanto se descubre la existencia de una falsificación flagrante”, explica Karotke-Preuss.
En caso de que se compruebe la existencia de una copia o falsificación durante la feria, el objeto en cuestión debe ser retirado del puesto donde se exhibe; raras veces se exige que se cierre por completo todo un puesto de exhibición. También las autoridades aduaneras están presentes en la feria para decomisar las copias o falsificaciones, en caso de que la persona portadora del documento de propiedad intelectual haya denunciado la falsificación previamente. “En el último lustro, ha aumentado notablemente la venta de artículos falsificados vía Internet”, sostiene Philipp Hanske, asesor técnico del Círculo contra la Piratería de Marcas y Productos (APM).
Riesgos grandes y pequeños
Este fenómeno le causa grandes daños económicos –pérdidas de unos 50.000 millones de euros al año en Alemania– a los dueños de las marcas y a los productores de artículos originales. Pero también los consumidores corren riesgos al comprar productos falsificados. Lo peor que le puede pasar a quien compre una copia de una cartera Louis Vuitton es que los materiales con que está hecha se desgasten más rápidamente que los de la original. La situación cambia cuando hablamos de aparatos eléctricos o repuestos de autos.
O medicamentos. La Organización Mundial de la Salud estima que el 50 por ciento de los medicamentos comprados en Internet son falsificaciones que no contienen los ingredientes descritos en el empaque o los contienen en dosis que no concuerdan con lo prometido. Eso ocurre frecuentemente con pastillas para aumentar la potencia sexual, esteroides o supuestos reguladores del apetito. Volviendo al tópico de los productos de consumo masivo, la feria Ambiente de Fráncfort encontró una manera de llamar la atención hacia el problema de las falsificaciones: crear un premio para los plagios más descarados del año.