Nuevos edificios, viejos resentimientos
27 de octubre de 2015Las fotos de sus sonrisas se pueden ver de nuevo estos días en los periódicos y en los grabados de los grafitis dicen: ”Zyed y Benna…no les olvidaremos”. Hace exactamente 10 años, la clase trabajadora de los suburbios parisinos explotó con una oleada de violencia cuando los jóvenes de 17 y 15 años murieron electrocutados al esconderse de la policía en un transformador de alta tensión. Los disturbios se extendieron por todo el país, despertando la rabia acumulada por las injusticias económicas y sociales en los deteriorados suburbios franceses.
Clychi-sous-Bois se convirtió en el símbolo de decadencia urbana y el escenario de la dificultades de integración con millones de inmigrantes. En la actualidad, la imagen de la ciudad es diferente, porque han desaparecido las carcasas de vehículos y edificios en llamas. “Las cosas van bien ahora”, dijo Yahya Jaiel, quien compra hoy en el mercado de la ciudad, “los jóvenes van al colegio, no hay problemas.” El Estado está invirtiendo masivamente en infraestructura en este y otros lugares, pero los resultados son contradictorios, como muestran los abucheos que recibió la visita del presidente francés Hollande en un suburbio cercano.
“No hay vecindades perdidas en Francia”, dijo el presidente francés, quien anunció la creación de una nueva agencia económica de desarrollo para ayudar a ciudades, como Clichy-sous-Bois. Además añadió que “no hay una Francia marginada junto a otra Francia mejor. Solo hay una Francia, donde debe garantizarse la igualdad.”
Promesas, promesas
Muchos ya no creen en las promesas, a pesar de los esfuerzos de inversión, el desempleo de Clychi-sous-Bois es el doble del promedio nacional. Mohammed Chachoua, vendedor de aceitunas en el mercado, explica que “el Gobierno no ha hecho nada, solo promete.” Por su parte, Mehdi Hassani, de 18 años, ve como su sueño de convertirse en electricista no se verá hecho realidad . “Seguimos estando manchados por los disturbios de 2005 y se nos sigue considerando delincuentes y drogadictos”, y añadió “más aún si eres árabe, turco o negro, tienes problemas para encontrar trabajo.”
Los problemas que aquejan a Clychy-sous-Bois y otros suburbios del país volvieron a ser foco de atención por los atentados de París. Los tres agresores eran inmigrantes que crecieron en las ciudades habitadas por la clase trabajadora en la periferia de la capital francesa. Además, en algunos institutos, los estudiantes se negaron a guardar un minuto de silencio por las víctimas tiroteadas en enero. El éxodo de cientos de jóvenes franceses que quieren unirse a la yihad han creado además el temor de que estos suburbios son incubadoras del extremismo religioso.
Más inversiones
En marzo de 2015, el Gobierno lanzó un plan de acción que incluye más integración en viviendas sociales y nuevas medidas contra la discriminación. Mehdi Bigaderne, diputado de Clichy-sous-Bois, cree que son insuficientes. Y se pregunta:”¿Cómo hemos podido llegar a esto? La gente joven que comete estos actos bárbaros no procede de Irak, Argelia o Marruecos. Son productos franceses. Francia creó a estos terroristas.”
Bigardene fundó un grupo llamado ACLEFEU para ayudar a los jóvenes. Él se lamenta de que “tengamos que esperar hasta los ataques de Charlie Hebdo para que la gente se diese cuenta de lo importante que es trabajar con temas de educación cívica con gente joven, cuando ACLEFEU lo viene diciendo desde 2005. Si le dices a un chico durante toda su vida que es un inútil y que es un donnadie, algún día encontrará a alguien que le dice que puede ir al cielo. Y claro que se sentirá atraído.”