El agua es probablemente el bien más valioso de nuestro planeta, pero cada vez es más escaso. No solo por las sequías, también por la mala gestión y la sobreexplotación: grandes consorcios industriales tienen concesiones para extraer miles de millones de metros cúbicos de agua al año, mientras comunidades locales luchan por acceder a ella.
La crisis hídrica está transformando el mercado y el agua se empieza a tratar como un bien comercial. Los inversores pueden especular sobre este recurso en el mercado de futuros en Wall Street. Naciones Unidas dice que más de 2.000 millones de personas no tienen acceso al agua potable y teme que la especulación empeore la situación. ¿Puede un producto tan esencial para la vida humana quedar en manos privadas?