Tradiciones alemanas que son Patrimonio de la Humanidad
Estas son las cinco tradiciones alemanas que ya son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La UNESCO no solo fomenta la conservación de monumentos históricos en todo el mundo, sino también de las costumbres.
Cuentos para chicos y grandes
Son conocidos por chicos y grandes de todo el mundo: los cuentos alemanes, como Caperucita Roja o La Cenicienta, recogidas de la tradición oral y escritas por los hermanos Grimm en el siglo XIX. Contar cuentos es todavía hoy una tradición en Alemania, y desde 2017, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Las parteras
La primera representación de una partera o comadrona tiene su origen en Egipto: en la pintura de un templo se ve el nacimiento de Ra, el dios del Sol. La tarea de ayudar a dar a luz de las parteras es importante en todo el mundo. En Alemania, su conocimiento se traspasa de generación en generación. Más que una profesión es una tradición cultural que merece ser protegida, según la UNESCO.
Slams de poesía
En Alemania, los slams de poesía son más exitosos que en ningún otro país de Europa. Casi en todas las ciudades se realizan torneos en los que los participantes recitan sus textos y se elige al mejor. Se supone que son tan populares porque las competencias alemanas de poesía tienen siglos de tradición, ya que se remontan al medioevo.
La tradición del té de Frisia oriental
El ritual del té, especialmente en Frisia oriental, en el noroeste de Alemania, se lleva a cabo de forma meticulosa: se cuece un té de hojas y se lo vierte en una taza que contiene azúcar de caramelo (Kluntje). Luego se le agrega crema de leche batida. Así se forma una “nube” (Wulkje). Esta tradición alemana del té también es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El skat
Para el skat se necesitan tres jugadores, un mazo con 32 cartas y mucha paciencia. El skat es para muchos alemanes un juego muy serio. Se juega desde hace más de 200 años, y sus comienzos datan de 1810 y 1820 en Altenburg, Turingia. Desde entonces, no hay bar de pueblo en el que no se juegue. En Alemania al alrededor de 20 millones de jugadores de skat.