Geithner en Alemania
6 de diciembre de 2011Este no es el primer viaje trasatlántico del secretario del Tesoro estadounidense en los últimos meses. Ante la preocupación de que la crisis europea afecte a los EE.UU. y se convierta en una crisis sistémica de impacto global, el presidente Barack Obama lo ha enviado, una vez más, a instar a las autoridades de la zona euro para que cierren filas en torno a su unión monetaria y resuelvan su crisis de deuda.
Fráncfort y Berlín fueron este martes (6.12.2011) los primeros puertos de la nueva visita de Timothy Geithner al Viejo Continente, previa a la cumbre de la Unión Europea (UE) de este jueves y viernes (8 y 9.12.2012), en Bruselas. La UE tiene una vez más la responsabilidad de restaurar la confianza de los mercados en que ningún país del bloque caerá en moratoria de pago y en que los bancos de la región seguirán siendo solventes.
La necesidad de tomar nuevas medidas fue resaltada por un reciente anuncio de la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's de que 15 de los 17 países de la zona euro enfrentarían una masiva rebaja de sus calificaciones si no acuerdan medidas satisfactorias en la cumbre de Bruselas.
Presión, ¿con discreción?
En Fráncfort, el enviado del presidente Barack Obama se reunió con el Presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y con Jens Weidmann, presidente del Bundesbank (Banco Federal Alemán). Pero, ni las entidades ni el propio Geithner quisieron suministrar a la prensa información sobre estas conversaciones.
Geithner quiere presionar a los alemanes, a quienes los medios estadounidenses acusan de retrasar el rescate del euro, insisten medios de prensa germanos. Por un lado, el norteamericano llega en nombre de una nación que vende un cuarto de sus exportaciones a la UE. Así que una recesión europea, golpearía al aún débil crecimiento del empleo y a la economía de Estados Unidos en general, convirtiéndose, además, en un fuerte golpe para los planes de reelección de Obama.
Por otro lado, advertía Stefan Schneider, economista jefe del Deutsche Bank, en Deutschlandfunk, “no puedo evitar la sensación de que se trata también de una buena estrategia de distracción de sus propios problemas”. De intromisión “injustificada”, de cara al endeudamiento público y los indicios de estancamiento económico de EE.UU., había calificado ya la ministra de finanzas austríaca, Maria Fekter, la intervención de Geithner en una cumbre de los titulares europeos de esa cartera en septiembre pasado.
Pero Geithner se presentó con un toque de sinceridad ante la prensa, tras reunirse en Berlín con el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble. “Si bien los ojos del mundo están ahora puestos sobre Europa, como estadounidense, quiero dejar claro que en los EE.UU. aún tenemos muchos retos económicos que enfrentar”, dijo.
A por la confianza de los mercados…
“Optimista”, se declaró Schäuble, en relación con la recuperación de la confianza de los mercados en la zona euro. Se trabaja por adelantar para 2012 la entrada en vigor del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), originalmente prevista para 2013, precisó Schäuble.
Y hasta las modificaciones a los tratados de la UE –que proponen Francia y Alemania– podrían acordarse y ratificarse velozmente con tal de conjurar el peligro de recesión, aseguró el ministro alemán de Finanzas.
También Geithner se dijo “muy alentado” por los avances de Europa en las últimas semanas. Y se refirió, con ello, tanto a los nuevos de Gobiernos de Grecia, Italia y España, como a los esfuerzos del presidente galo, Nicolas Sarkozy, y de la canciller germana, Angela Merkel, que han anunciado una propuesta para mejorar la disciplina fiscal de la zona euro.
La propuesta franco-germana incluye sanciones automáticas para los Estados que no mantengan sus déficits bajo control y la aceleración del funcionamiento del fondo de rescate permanente para los países en peligro en la eurozona.
¿En manos del BCE o del FMI?
Eso sí, los gobiernos y los bancos centrales deberán contribuir de conjunto a una salida exitosa de la crisis, algo de vital importancia "para Estados Unidos y para la economía global", insistió Geithner.
Sin embargo, interrogado sobre el papel del Banco Central Europeo en la crisis, el estadounidense evitó pronunciarse. “Todo el mundo en Europa respeta la absoluta independencia del BCE”, aclaró su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, a un periodista estadounidense.
En los últimos días se había especulado sobre la posibilidad de que el BCE y la Reserva Federal estadounidense ingresaran capital a un fondo de emergencia del Fondo Monetario Internacional (FMI). Y tanto Obama como Geithner habían sugerido antes la opción de que el BCE se convierta en cortafuegos de los gobiernos y del sistema bancario europeos comprando masivamente bonos de deuda. Pero Alemania se resiste a esta idea.
Por otra parte, Schäuble y Geithner coincidieron en la necesidad de que el FMI siga jugando “un rol constructivo” en la solución de la crisis. Ninguno de los dos explicó cómo, pero no se permitieron más preguntas, reporta el colega Mathias Bölinger, del servicio alemán de Deutsche Welle en Berlín.
Este miércoles, Geithner planea encontrarse en París con el presidente francés Nicolás Sarkozy y su ministro de Finanzas, François Baroin, y en Marsella con el próximo jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy. La última parada será Roma, donde el norteamericano se entrevistará con el primer ministro y titular de Economía del provisional Gobierno italiano, Mario Monti.
Autora: Rosa Muñoz Lima
Editor: Pablo Kummetz