Tercera ronda UE-Cuba: "será un buen momento"
3 de febrero de 2015Los derechos humanos serán el tema central cuando en La Habana se junten a comienzos de marzo representantes de la UE y de Cuba, en el marco de las negociaciones para un Acuerdo de Cooperación y Diálogo Político, por tercera vez. La primera ronda, que tuvo lugar en abril de 2014, abordó las modalidades y una hoja de ruta para el acuerdo; la segunda, trató de asuntos comerciales.
Cooperación, no libre comercio
Se trata de crear un marco a largo plazo para acompañar a Cuba en su proceso de transformación, subrayan una y otra vez fuentes oficiales de la UE. No se trata de una acuerdo de libre comercio, porque ni lo ha solicitado La Habana ni el libre comercio sería posible con las estructuras actuales.
Por otro lado, así la información institucional, los derechos humanos siguen siendo el núcleo de las relaciones del bloque europeo con la isla caribeña. Hay que subrayar que sigue vigente la “posición común” que condiciona todo acuerdo con La Habana a avances en materia de derechos humanos.
En busca de elecciones libres
A este respecto, y con vistas al encuentro en marzo, Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), dijo en Bruselas ante la prensa que la UE debería aprovechar el momento para lograr la excarcelación de los presos políticos y la ratificación de los convenios de derechos humanos de la ONU por parte del gobierno cubano. El fin último es lograr la convocatoria a elecciones pluralistas.
De un movimiento pro democracia que aglutina muchas vertientes como en una "sopa de letras", habla el disidente Sánchez, que tiene a su haber un largo historial de oposición al gobierno cubano y que ha pasado también ocho años en prisión.
Por otro lado, “si es que llegan a un acuerdo como se piensa, la UE -que es el segundo socio comercial después de Venezuela- podría ayudar mucho a Cuba, a reconstruirla por completo. Vamos a necesitar mucha ayuda, mucha asistencia además de relaciones comerciales”, responde Sánchez. Que los negociadores de Bruselas no se hayan reunido con la sociedad civil -mientras que los representantes de Estados Unidos sí lo han hecho- se debe, en su opinión, a “una cautela exagerada”.
No despreciar los avances
“No había ni hay por qué pegarse demasiado a la posición estadounidense, que ha dejado a Cuba como un paria internacional”, dice a DW por otra parte Viktor Sukup, economista y politólogo austríaco, profesor invitado de la Universidad de Buenos Aires. “Hay que recordar que los acercamiento y alejamientos entre la UE y Cuba han tenido mucho que ver con la política española. La relación menos amistosa comenzó cuando llegó el Partido Popular al gobierno en 1996”, recuerda.
“En Cuba hay mucho que criticar tanto en la economía como en la política, pero también ha habido muchos avances en el campo social, en la salud. En Cuba hay que reconocer lo que ellos llaman las conquistas de la Revolución”, dice Sukup, experto en cooperación entre la UE y el Caribe, subrayando que una opinión monolítica no existe, tampoco en Cuba.
Así, el especialista advierte que no se deje pasar el momento: “Los europeos tenemos bastante que ofrecer a Cuba en cuanto a complementariedad económica y a diversas ayudas que podemos ofrecerles. Pasar de un socialismo burocrático a un capitalismo liberal no es una cosa fácil, como se ha visto en Europa oriental. Hay que tener en cuenta que estas experiencias no han sido sólo positivas. Habría que tener cuidado de que esto se haga con el menor sacrificio social posible”.
Aprovechando experiencias
Por otro lado, con más de una década de experiencia en cooperación UE-Caribe, Sukup resalta lo provechoso de sacar partido de la experiencia cubana. “En Haití, África y América Latina hay opiniones tremendamente positivas de la asistencia cubana. La UE debería detectar posibilidades de cooperación triangular con Brasil y con la misma Venezuela, aunque ahora esté golpeada”, afirma Sukup.
“Tampoco hay que olvidar que si Estados Unidos se decidió a abandonar su política de embargo -aparte de la mediación internacional- se debe también a la presencia de China en el Caribe y en Cuba”, recuerda Sukup, que sí detecta en el gobierno cubano bastante voluntad de abandonar un “sistema económico no muy exitoso y un sistema político muy rígido”.
Con este panorama -y aunque en su opinión el gobierno cubano no ha alterado en nada la situación que llevó a la UE a determinar su “posición común”- el disidente Sánchez, invitado a Bruselas por los liberales (ALDE) del Parlamento Europeo y por la Federación Internacional de Derechos Humanos, también advierte que no se deje pasar la oportunidad. Según dijo a DW, “el gobierno de Cuba quiere que se levante la posición común y esto debería alentar a los autoridades europeas a pedir cosas a cambio al gobierno de Cuba”.