Tenis internacional: ¿se castiga más a las mujeres por protestar?
Serena Williams opina que fue castigada con mayor rigor tras sus desplantes en la final del Abierto de Estados Unidos, por el hecho de ser mujer. ¿Es cierto? Protestas ha habido muchas en este deporte. Multas también.
No llovió ayuda desde las alturas
Su último recurso tampoco funcionó: Serena Williams trata de convencer al juez árbitro y a la supervisora del Abierto de Tenis de Estados Unidos, para revertir la decisión del juez de silla. Los gestos amables no conmovieron a los oidos sordos. Williams calificó de "ladrón" al juez de silla, a quien ademas acusó de sexismo. La tenista deberá pagar una multa de 17.000 dólares.
Imágenes casi gemelas
También en la final del Abierto de Estados Unidos de 2009, Williams acudió al juez árbitro y a la supervisora del torneo, luego de que una jueza de línea fallara en su contra. Williams recibió una multa de 117.000 euros y permiso condicionado para jugar durante dos años.
El rey de los berrinches
John McEnroe no ha sido igualado en su propensión a protestar e insultar a los jueces. En 1990 se convirtió en el primer jugador descalificado del Abierto Australiano por injuriar a un juez. Estimar la suma de las multas que debió pagar el jugador estadounidense, es tarea casi imposible. En 1987, incluso fue suspendido dos meses por desplantes durante el Abierto de Estados Unidos.
Ánimo quebrado
A Marcos Baghdatos le costó "solo" 800 dólares su desplante de ira en el Abierto Australiano de 2012. En un cambio de lado, el chipriota rompió de puro coraje cuatro raquetas que costaron más que la propia infracción. Entonces, Serena Williams comentó el exabrupto de su colega: "Cuatro raquetas. ¡Impresionante!"
Ataque a la silla
En mayo de 2018, Karolina Pliskova perdió los estribos durante el Abierto de Roma. Aunque la jueza de línea no pudo demostrar una marcación contraria a la tenista, la sostuvo. Pliskova perdió y, al terminar el partido, le negó el saludo a la jueza. Además causó una horadación con su raqueta en la silla del juez. el desplante le costó miles de dólares.
Beso de consuelo
De pena ajena. Justo en el torneo de Winbledon, al "caballero" Tim Henman le fallaron los modales. Un pelotazo lanzado por coraje fue a dar a la cabeza de una recogedora de pelotas. Henman fue descalificado del torneo: el primer jugador al cual le sucedió. Posteriormente, él se disculpó con la joven, a la que le dio un ramo de flores e, incluso, un beso.
Bofetadas de la esposa
También en 1995, Jeff Tarango causa otro escándalo en Wimbledon: discute con jueces y el público, recoge sus cosas y se retira de la cancha. Su esposa Benedicte confronta al juez y le da dos cachetadas. La multa para su esposo: 63.000 dólares y suspensión de todos los torneos de Grand Slam. Luego, el castigo es reducido a 20.000 dólares y un año de suspensión en Wimbledon.
La sangre es más cara que el agua
No hubo intención, pero las consecuencias fueron sangrientas. Por frustración, Daniel Nalbandian golpea la silla de un juez de línea. Una astilla hiere al juez. Nalbandian fue descalificado y debe pagar 70.000 euros de multa. El mismo año, el tenista rocía de agua a otro juez en el Abierto Australiano, por lo cual se ve obligado a pagar solo 8.000 dólares.
También en la Copa Davis
Iracundo, el joven tenista canadiense Denis Shapovalov lanzó una pelota que dio en plena cara del juez de silla. El ojo del árbitro se inflama de inmediato, y posteriormente debe ser operado. Shapovalov fue descalificado y Canadá sale de la Copa Davis. La multa es de 7.000 dólares.
¿Arrogancia pura?
Muy exagerada fue la reacción de Alexander Zverev. Al ser eliminado de Wimbledon, insulta al juez de línea y es amonestado. "Solo quiere ser importante, lucirse por una vez en Wimbledon, para que alguien se acuerde de él aunque sea una vez", se burla el tenista. El juez es, en este caso, el mismo "amigo" de Serena Williams: Carlos Ramos.