Tecnologías que revolucionaron la guerra
Expertos en Inteligencia Artificial advirtieron sobre la peligrosa "revolución" que podría ocurrir si se desarrollan armas autónomas letales. ¿Qué otros inventos han modificado la forma en que se libran las batallas?
Inteligencia Artificial: "La tercera revolución"
Más de 100 expertos en Inteligencia Artificial (IA) escribieron a la ONU pidiendo que se prohíban las armas autónomas letales, aquellas que usan la IA para actuar independientemente. Si bien no existen los "robots asesinos", la tecnología ha avanzado a un punto en que los hace posibles. Los expertos dicen que se trataría de la "tercera revolución", después de la pólvora y las bombas atómicas.
Pólvora
La "primera revolución" fue inventada por los chinos, quienes comenzaron a usar la sustancia negra entre los siglos X y XII para propulsar proyectiles en armas sencillas. La pólvora se extendió lentamente por Medio Oriente y Europa en los siguientes siglos. Una vez perfeccionada, las armas de fuego a pólvora mostraron ser más letales que los tradicionales arcos y flechas.
Artillería
La pólvora también introdujo las piezas de artillería a los campos de batalla. Los ejércitos comenzaron a usar cañones básicos en el siglo XVI para disparar pesadas bolas de metal contra los soldados rivales y para romper los muros defensivos de ciudades y fortalezas. Las armas de campaña más destructivas surgieron en el siglo XIX y causaron estragos en la Primera Guerra Mundial.
Ametralladoras
Las armas que disparan múltiples rondas en una rápida sucesión fueron inventadas a fines del siglo XIX. Las ametralladoras, como se les conoció, permitieron a los soldados derribar enemigos desde una posición protegida. La espeluznante efectividad del arma se hizo evidente en la Primera Guerra Mundial, ya que ambos bandos las usaron para acabar con los soldados que avanzaban por tierra de nadie.
Aviones de guerra
Los estrategas no ignoraron la invención del primer aeroplano, en 1903. Seis años después, las Fuerzas Armadas de EE.UU. compraron el primer avión militar, el Wright Military Flyer. Los inventores experimentaron con aviones de combate y bombarderos más avanzados en los años siguientes. Ambos se convirtieron en armas estándar en muchas de las Fuerzas Aéreas establecidas tras la Primera Guerra.
Mecanización
Los ejércitos habían usado tradicionalmente soldados y caballos para combatir y transportar el equipamiento militar. Pero, en la Primera Guerra Mundial, comenzaron a usar más maquinaria, como tanques y vehículos armados. El resultado fueron armas más rápidas y destructivas. La Alemania nazi convirtió esta guerra mecanizada en una demoledora estrategia de ataque conocida como "Blitzkrieg".
Misiles
Aunque la artillería era efectiva, tenía un rango de acción limitado. La invención de los misiles, en la Segunda Guerra, permitió a los ejércitos atacar objetivos a cientos de km de distancia. El primer cohete, el V-2 alemán, era primitivo, pero fue la piedra fundacional para el desarrollo de los misiles guiados y los balísticos intercontinentales (ICBM), capaces de transportar ojivas nucleares.
Motor a reacción
Los aviones a reacción entraron en acción por primera vez a fines de la Segunda Guerra Mundial. Estos motores aumentaron la velocidad de las naves, permitiéndoles alcanzar más rápidamente sus objetivos y siendo menos vulnerables a los ataques enemigos. Tras la Segunda Guerra, se desarrollaron aviones de reconocimiento que podían volar a más de 25 km de altura y superar la velocidad del sonido.
Armas nucleares
La segunda revolución anunció su terrible llegada el 6 de agosto de 1945, cuando Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica ("Little Boy") sobre Hiroshima, en Japón, matando entre 60.000 y 80.000 personas de forma instantánea. En la Guerra Fría, EE.UU. y la Unión Soviética desarrollaron miles de ojivas aún más destructivas y ampliaron el espectro de devastación de una potencial guerra nuclear.
Digitalización
En las últimas décadas se ha hecho cada vez más frecuente el uso de computadores para conducir las guerras. Estos aparatos han hecho más rápidas y sencillas las comunicaciones y mejorado la precisión y eficiencia de numerosas armas. Las fuerzas armadas se han centrado en el desarrollo de capacidades para la ciberguerra para defender la infraestructura y atacar a los adversarios en el ciberespacio.