Sólo un primer paso
9 de julio de 2003
¿Estrategia bien planeada o una pura coincidencia? El gigante químico alemán BASF presentó un novedoso catálogo de metas de protección ecológica y de seguridad, justo en el momento en que la Comisión Europea prepara un borrador para regular el mercado de productos químicos.
La directiva de la CE conocida como REACH exigirá a la industria que analice los riesgos potenciales de los químicos que produce y que presente pruebas de que estos no son peligrosos. Esta demanda ha sido duramente criticada por los grupos de presión de la industria química.
Critican iniciativa
Recientemente Eggert Voscherau, el vicepresidente de BASF -que cuenta con 89.000 trabajadores a nivel mundial y ventas por 32.000 millones de euros en el 2002- expresó su temor de que el monstruo administrativo comunitario continúe creciendo. Las nuevas medidas representarían un incremento enorme de los gastos.
La industria química lo que necesita son regulaciones unitarias y fáciles de cumplir, según Voscherau, quien explica que si la propuesta para regular el mercado de productos químicos se convierte en ley en el 2006, esto representaría costos adicionales de 32.000 millones de euros para el sector.
Esfuerzo loable
BASF parece tratar de suavizar los ánimos y presentó voluntariamente un pliego de metas ecológicas a cumplir hasta el 2012. El grupo líder a nivel internacional pretende recortar en un 10% sus emisiones de CO2 hasta el 2012. También se ha propuesto la reducción de contaminantes vertidos en el agua. La meta es lograr reducir los contaminantes orgánicos en un 60% y los metales pesados en un 30%. Además se habla sobre incrementar la seguridad de la empresa de tal forma que se registre un 80% menos de accidentes de trabajo y un 70% menos de accidentes de transporte.
Sustituir sustancias químicas
Con seguridad un esfuerzo loable por parte de BASF, sin embargo, no responde al núcleo de las demandas de la Comisión Europea, que se centra en los productos químicos mismos. La CE abrió un periodo de consultas en relación a la nueva legislación de sustancias químicas. Varias organizaciones ecologistas y también de consumidores han recomendado mejoras en el texto, como por ejemplo obligar a la industria a sustituir las sustancias químicas que se acumulan en la naturaleza y las que afectan las hormonas.
El periodo de consultas aún no finaliza y Greenpeace, el Fondo Mundial para la Naturaleza, Amigos de la Tierra, la Oficina Europea del Medio Ambiente, la Alianza Europea para la Salud Pública y la Organización Europea de Consumidores, por nombrar sólo algunas organizaciones ecologistas, aún presentarán una serie de demandas al sector químico europeo.