Síndrome de Münchhausen: obsesión por enfermarse y enfermar
14 de julio de 2007Se diferencia de la hipocondria, cuya característica es la preocupación por estar enfermo, causada por ansiedad y que, en algunos casos, puede ser síntoma de una depresión endógena. El Síndrome de Münchhausen, bautizado así por el Dr. Richard Asher en 1951, es uno de los "Trastornos Ficticios" en la clasificación psiquiátrica internacional. Esta enfermedad mental es más conocida por una variante, el Síndrome de Münchhausen Por Poderes, por el cual un adulto provoca o hace fingir enfermedades en un niño a su cargo, por lo general hijos, aunque pueden ser sobrinos, nietos, o hasta niños bajo cuidado, como en el caso de niñeras que sufren de dicha enfermedad. Su nombre proviene de un mercenario militar alemán, Karl Friedrich Hieronymus, barón de Münchhausen (1720-1797), famoso por narrar historias ficticias sobre sus conquistas y aventuras.
El deseo de recibir asistencia médica
Esta psicopatología se caracteriza por una obsesión o deseo irrefrenable y permanente de ser asistido por personal médico. Dicha compulsión lleva a los enfermos a deambular de hospital en hospital, muchas veces con nombre falso, para que se los atienda una y otra vez. El caso más famoso es el de un inglés, William McIlroy (1906-1983), quien llegó a ser operado 400 veces y sólo pasó seis meses de su vida sin internarse en una clínica.
El síndrome de Münchhausen puede definirse como el grado sumo de la hipocondría y está protagonizado en su mayoría por pacientes de sexo masculino, inteligentes y conocedores de las prácticas médicas. Si bien son concientes del engaño, no así de sus motivaciones inconcientes de obtener la atención de los demás.
Madres que enferman y matan a sus hijosEn las mujeres, el síndrome es menos frecuente (de un 10 a un 25 por ciento), sin embargo, se presenta en su mayoría en madres que manipulan a sus hijos inventándoles enfermedades que no existen, para luego solicitar ayuda. Este es el Síndrome de Münchhausen Por Poderes, en el que adulto desarrolla gran habilidad en convencer al personal médico y a la familia de que su hijo está enfermo. La madre que sufre de este trastorno maltrata a su hijo, pudiendo llegar a envenenarlo o causarle la muerte por asfixia. Su objetivo es obtener una estadía en el hospital, con los cuidados y la atención que estos implican, y sentirse así protegidas y tomadas en cuenta. Su actitud para con el hijo enfermo es de total abnegación y cooperan activamente con el personal médico. Se trata por lo general de mujeres muy inteligentes, a menudo con estudios superiores y conocimientos médicos fundados.
En su afán por obtener cuidados y atención, la madre afectada por el síndrome puede falsificar muestras de orina y de sangre. En casos más graves, hasta llegan a suministrarles medicamentos por via intravenosa durante años y sin consentimiento médico, o les hacen ingerir dosis de veneno. También les quiebran las extremidades, los asfixian o inyectan sustancias alergénicas bajo la piel. Según la revista Pediatrics, a fin de encontrar una respuesta a casos de lactantes internados en estado gravísimo, en el año 2000 se llevó a cabo un estudio, dirigido por el Dr. David Southhall y basado en grabaciones con cámara oculta durante ocho años en varios hospitales de Gran Bretaña. Se grabó a madres internadas con sus bebés con resultados alarmantes: en 33 de 39 casos se observó que la madre intentaba matar o maltratar a su hijo. Actuaban en forma metódica y luego intentaban explicar los síntomas del bebé con argumentos complicados y muy creíbles. Las pacientes que abusan de niños no son mayoría, pero su enfermedad podría explicar muchos casos de muerte infantil.
Una enfermedad a tomar en cuentaEn Alemania, según un estadísticas criminológicas, un 40 por ciento de casos de maltrato infantil con cometidos por mujeres, y un 85 a 90 por ciento de ellas sufren del Síndrome de Münchhausen Por Poderes. En un proyecto piloto a nivel nacional dirigido por el Departamento de Psiquiatría Forense de la Clínica Universitaria de Wurzburgo se estudió el tema en 190 hospitales de niños alemanes. En total, se pudieron confirmar 91 casos, y sospechas firmes en otros 99. Según Martin Krupinski al periódico digital Die Zeit, “los casos son más frecuentes de lo que se creía”. La edad promedio de las madres es de treinta años, y la de sus hijos, de cuatro. Un tercio de las pacientes fue derivada a la psiquiatría.
La historia clínica de estas pacientes está signada por maltrato o abuso sexual y abandono emocional en la infancia, y algunas son borderliners. Los hijos de las víctimas tienden a colaborar con las madres en su afán natural por ser amados y rara vez cuentan sus martirios. Se calcula que un 10 por ciento de los niños mueren a causa de esta distorsión patológica del amor maternal.