Merkel defiende libertad de expresión de Westergaard
9 de septiembre de 2010El ex caricaturista del diario danés "Jyllands-Posten" vive desde hace cinco años con protección policial. A menudo es amenazado de muerte. A comienzos de año se salvó apenas de un atentado, cuando un extremista logró penetrar en su domicilio con un hacha. Pero el ateísta convencido permanece firme en sus convicciones y defiende la libertad de prensa.
Con el premio de la asociación de periodistas M100, de Leipzig, Westergaard recibió el reconocimiento no sólo de muchos periodistas de Alemania y Europa, sino también de Angela Merkel, la canciller federal: “En el caso de la persona premiada hoy se trata de la libertad de opinión y de prensa”, dijo en su discurso. Y agregó: “La cuestión es si Westergaard puede publicar en una sociedad occidental sus caricaturas de Mahoma, sí o no”. Para Merkel, la respuesta es unívoca: “sí, es lícito”.
En la prensa alemana, la participación de la canciller federal en la entrega del premio fue calificada como “una de sus decisiones más valientes”. Merkel no ocultó que también ella se planteó la pregunta: “¿Puede una canciller federal alemana pronunciar el discurso principal en un acto en que se premia al caricaturista Westergaard? ¿Puede recibir al Dalai Lama? ¿Debe tomar en serio los informes de Reporteros sin Fronteras sobre la libertad de opinión y de prensa?”
“Alemania defiende valores”
La respuesta a esas preguntas es para Merkel un claro “sí”: “Alemania defiende valores, tanto en el país como hacia afuera”.
"Las consecuencias para el dibujante deberían ser una advertencia", dijo la canciller. Merkel habló claramente a favor de la tolerancia y dijo que, como dibujante, Westergaard tenía todo el derecho a hacer ese tipo de caricaturas. Agregó que los países europeos son un lugar en el que esto es posible. "El secreto de la libertad es el coraje", agregó.
Asimismo, Merkel recordó derechos fundamentales como la dignidad de las personas y la libertad de religión. Según dijo, estos distintos intereses deben ser sopesados con responsabilidad.
Joachim Gauck, defensor de los derechos humanos y candidato en la última elección para la presidencia federal de Alemania, dijo por su parte que la entrega del premio es un “momento especial”, debido a que fue concedido por los más importantes representantes de los medios de comunicación de Alemania y Europa.
“No son un par de especialistas de la literatura, la filosofía y la moral quienes se han reunido aquí, sino gente pragmática en las relaciones con el poder y el negocio de los medios de comunicación”, dijo Gauck refiriéndose a los participantes de la conferencia “M100 Sanssouci Colloquium”.
“Creo que es bueno para la libertad de opinión”
Westergaard dijo que la distinción significa mucho para él. "Este es el mayor reconocimiento que recibí jamás y creo que es bueno para la libertad de opinión". El dibujante, de 75 años, subrayó: "No tengo ningún problema con otras religiones". Agregó que sólo tiene un problema con los extremistas islámicos y que siempre luchará por que las personas puedan vivir su religión en paz.
El dibujante sabe lo que significa perder la libertad. La publicación de sus caricaturas en septiembre de 2005 en el diario danés "Jyllands-Posten" desencadenó una ola de protestas en el mundo islámico.
Se produjeron amenazas y violencia, y murió una docena de personas. Dinamarca cerró a causa de las violentas reacciones algunas de sus embajadas.
A partir de entonces la cabeza de Westergaard y algunos de sus colegas tiene en total un precio de 11 millones de dólares (8,6 millones de euros). El dibujante debe cambiar continuamente de residencia, y tiene al servicio secreto danés (PET) como apoyo permanente.
Westergaard no se deja intimidar. En noviembre aparecerán sus memorias, que en la cubierta tendrán las polémicas caricaturas que cambiaron su vida. La agrupación de periodistas M100 lo considera "un símbolo de la libertad de prensa y opinión", según se lee en la justificación del premio.
En la conferencia, que se realiza todos los años desde el 2005, participan regularmente entre 80 y 100 de los más importantes jefes de redacción e importantes publicistas de Europa y todo el mundo, para debatir sobre cuestiones de políticas de medios de comunicación.
Esta vez el tema central fue la libertad de prensa en Europa. Lo que piensan sobre la concesión del premio jefes de redacción de países en los que las caricaturas de Mahoma desataron reacciones de ira, no se sabe. De esos países no participó ninguno.
Autor: Pablo Kummetz
Editor: Enrique López