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Supertierra: hallan posible planeta oceánico a 100 años luz

26 de agosto de 2022

Los investigadores esperan ahora conseguir el telescopio espacial James Webb de la NASA, que podría resultar "esencial para entender mejor TOI-1452 b".

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Se sospecha que el planeta es rocoso como la Tierra, pero mucho más húmedo (imagen de referecnia).
Se sospecha que el planeta es rocoso como la Tierra, pero mucho más húmedo (imagen de referecnia).Imagen: M. Gann/blickwinkel/McPHOTO/picture alliance

Un equipo internacional de astrónomos ha anunciado el descubrimiento de TOI-1452 b, un exoplaneta situado a solo 100 años luz de la Tierra en la constelación de Draco que podría convertirse en el mejor candidato hasta ahora para un mundo oceánico cubierto de agua.

De confirmarse, el exoplaneta potencialmente "oceánico", que orbita alrededor de una estrella en un sistema binario, y que no sería ni demasiado caliente ni demasiado fría para que existiera agua líquida en su superficie, podría ser un nuevo objetivo tentador en la búsqueda de vida extraterrestre.

Según los científicos, las mediciones de su tamaño y masa –ligeramente mayor en tamaño y masa que la Tierra– sugieren un perfil de densidad consistente con un océano líquido global, similar a algunas de las lunas de Júpiter y Saturno. Del mismo modo, aseguran creer que mundos como éste son posibles, pero aún no han encontrado ninguno de forma concluyente.

Representación artística del exoplaneta TOI-1452 b, un pequeño planeta que podría estar totalmente cubierto por un océano profundo.
Representación artística del exoplaneta TOI-1452 b, un pequeño planeta que podría estar totalmente cubierto por un océano profundo.Imagen: BENOIT GOUGEON/UNIVERSITÉ DE MONTRÉAL

"TOI-1452 b es uno de los mejores candidatos a planeta oceánico que hemos encontrado hasta la fecha", afirma Charles Cadieux, autor principal del artículo publicado en The Astronomical Journal, y estudiante de doctorado de la Universidad de Montreal, en un comunicado.

"Su radio y su masa sugieren una densidad mucho menor de la que cabría esperar para un planeta que está compuesto básicamente por metal y roca, como la Tierra", agregó.

Se sospecha que el planeta es rocoso como la Tierra, pero mucho más húmedo. Según el análisis del equipo, podría estar compuesto por un 30 por ciento de agua en masa, una cantidad considerablemente mayor que la de la Tierra, que es inferior al uno por ciento.

El agua puede ser mucho más abundante en algunos exoplanetas

Según explica el comunicado de prensa de la Universidad de Montreal, en los últimos años, los astrónomos han identificado y determinado el radio y la masa de muchos exoplanetas con un tamaño entre el de la Tierra y Neptuno (unas 3,8 veces mayor que la Tierra). 

Algunos de estos planetas tienen una densidad que solo puede explicarse si una gran fracción de su masa está formada por materiales más ligeros que los que componen la estructura interna de la Tierra, como el agua. Estos hipotéticos mundos han sido bautizados como "planetas oceánicos".

Representación artística de la superficie de TOI-1452 b, que podría ser un "planeta oceánico".
Representación artística de la superficie de TOI-1452 b, que podría ser un "planeta oceánico".Imagen: BENOIT GOUGEON/UNIVERSITÉ DE MONTRÉAL

Telescopio James Webb podría dar un dictamen más seguro

Ahora, habrá que seguir con las observaciones del telescopio espacial James Webb para estudiar la atmósfera del exoplaneta y emitir un dictamen más seguro sobre la naturaleza de TOI-1452b, pero los resultados iniciales son muy intrigantes.

"Nuestras observaciones con el telescopio Webb serán esenciales para comprender mejor a TOI-1452 b", dijo el astrónomo René Doyon, de la Universidad de Montreal, quien resumió la concepción del componente NIRISS de James Webb. "Tan pronto como podamos, reservaremos tiempo en el Webb para observar este extraño y maravilloso mundo", agregó.

El equipo detectó indicios de la existencia del exoplaneta en los datos recogidos por el telescopio espacial TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA. Tras la primera detección, se centraron en su objetivo mediante un instrumento instalado en el Observatorio del Mont-Mégantic (OMM), un observatorio situado en Quebec (Canadá).

Editado por Felipe Espinosa Wang.