Supermartes: precandidatos bajo presión
29 de febrero de 2016Si las primarias presidenciales previas fuesen un aperitivo, el Supermartes sería el plato principal: doce estados y un territorio (Samoa Americana) participan en este día en la mayor votación de la carrera por las primarias.
Con 186 delegados, las primarias demócratas celebradas hasta la fecha solo fueron una mínima parte en comparación con los 880 que se reparten ahora, más de un tercio de los necesarios para designar el candidato.
Para los republicanos, el potencial es aún mayor, ya que en las primarias celebradas anteriormente solo se repartieron 133 delegados, una pequeña fracción en comparación con los 595 que podrían conseguir este martes, casi la mitad para la nominación.
En este escenario, habrá que ver si los cabezas de lista, Donald Trump y Hillary Clinton, consiguen grandes victorias o barren en la mayoría de los estados y, como dicen las encuestas, las primarias terminan en la práctica este miércoles. Para Trump, la brecha proporcional entre los delegados y el todavía amplio espectro republicano podría significar que no logre cerrar su designación completamente y deje abiertas las candidaturas de Rubio o Cruz. Algo que, según Julian Zelizer, profesor de Historia y Asuntos Públicos de la Universidad de Princeton, “sería difícil dados los números conseguidos y la fuerza que generaría”.
Sanders bajo estrés
Por otra parte, la carrera por los demócratas de Hillary Clinton y Bernie Sanders sí podría terminar con las elecciones del martes. “Debería haber un cambio muy drástico para que Sanders avanzase claramente”, aclara Stella Rouse, directora del Centro de Políticas Americanas y Ciudadanía de la Universidad de Maryland. “Mi predicción es que Clinton se llevará la candidatura demócrata ganando cómodamente con el apoyo afroamericano en los estados del sur”, opina Matthew Wilson, experto en elecciones estadounidenses de la Universidad Metodista del Sur. Para Wilson, Sanders todavía no ha probado su capacidad para conseguir el apoyo de los volantes de color: “Y no se puede ganar en el actual Partido Demócrata sin los afroamericanos en tu coalición”.
Este Super Martes sería también para Sanders la última oportunidad para parar la carrera de Clinton hacia la candidatura demócrata. “Si Bernie Sanders no consigue las victorias necesarias para sus delegados, será el final de su campaña”, concluye Zelizer.
Llamada nacional
Las decisivas victorias de Trump y Clinton no solo dan la sensación de que su candidatura será inevitable, sino que también les permite presumir de ello. Sin embargo, la realidad de los 12 estados del Super Martes es muy heterogénea, con diferentes regiones y diferente composición racial, religiosa y económica, “que permitiría a un gran ganador reclamar un mandato nacional para su partido”, apunta Wilson.
Pero aunque Clinton y Trump logren grandes victorias, no significará que se acabe la carrera. Si Clinton gana en su partido, nadie asegura que pueda ganar en las generales. Y para determinar cuán viable es su candidatura, los observadores deberían atender a cómo se entiende con sus votantes blancos. “Pierde constantemente votos blancos frente Sanders”; explica Wilson, “si continúa así, podría traerle problemas en su carrera para las generales”.
En las filas republicanas, Cruz y Rubio necesitarán convencer a los votantes que quieren detener a Trump para poder continúar en cabeza. “Significaría que Cruz tiene que ganar en Texas y obtener buenos resultados en otros estados”, aclara Rouse. “La continuidad de Rubio está menos clara: "No es favorito en ningún estado del Super Martes y ni siquiera en su propio estado de Florida el 15 de marzo”.