Superestrella barroca
14 de junio de 2013En Deutsche Welle nos dejamos arrebatar por las más embriagadoras esencias musicales, las que vienen envasadas en frasco pequeño, tales como solistas y grupos de cámara. El segundo capítulo de la serie lleva por título “Superestrella barroca”. Así describía el compositor y flautista del siglo XVIII Johann Joachim Quantz a nuestro protagonista: “Su voz es penetrante, rica, plena, brillante y bien modulada. Su afinación es pura, su garganta ágil y domina como nadie la respiración. En el arte de la improvisación ornamental no encuentra rival”.
Quantz se refería con estas palabras a Carlo Broschi, conocido como Farinelli, un cantante que marcó una época. Fue el más famoso del siglo XVIII y figura de culto entre el público. Sus vertiginosas acrobacias vocales le procuraron un estatus especial, del que muy pocos músicos disfrutaban en aquel tiempo. En el capítulo "Superestrella barroca", dedicamos nuestra atención al repertorio más frecuentado por este artista.
Brillante carrera por toda Europa
Farinelli, quien tomó este apodo de la familia que lo apoyó económicamente, los Farina, realizó una brillante carrera sobre los escenarios de toda Europa. Aunque no creció en una familia de músicos, su hermano mayor, Riccardo Broschi, fue compositor. En "Superestrella barroca" pueden escuchar un fragmento compuesto por el hermano de Farinelli, que sabía mejor que nadie cómo sacar partido de las habilidades vocales del célebre cantante.
La mezzosoprano sueca Ann Hallenberg recrea las acrobacias vocales del célebre cantante barroco, a quien describe de la siguiente manera: "Era una absoluta superestrella. No creo que podamos compararlo con nada, excepto con las grandes bandas de rock, esas que vuelan en aviones privados con su nombre escrito en un costado de la nave. Farinelli fue un artista de ese calibre. Naturalmente, cualquier compositor que escribía para su voz quería dar lo mejor de sí mismo. Así pues, la música que cantaba era difícil, muy difícil, pero también está llena de pasión, de intensidad y de calidad. Es magnífica. Suele decirse que la música de Farinelli está un tono más aguda, un tono más grave y un compás más larga”.
¿Quién se atreve a retar al divo?
En su época, pocos se atrevieron a desafiar al gran artista interpretando su repertorio habitual. ¿Quién podía medirse con él? En su momento, no existía competidor posible. Hoy día, pocos son capaces de abordar la música que cantaba el italiano. “Nadie puede cantar como Farinelli, dice Hallenberg. "Él fue un invento, como el monstruo de Frankenstein, un producto de la intervención del hombre. Así que no trato de emular su canto, porque eso no es posible para nadie, ya que hoy día no existen los castrati. Lo siento, pero eso ya no es posible”.
Ann Hallenberg se refiere a la operación genital sufrida por Farinelli cuando tenía 12 años para conservar de por vida la voz aguda propia de la etapa infantil. Era una práctica habitual en la época para que los niños con talento musical no transformaran su voz. A pesar de la brutalidad de la operación, los resultados artísticos fueron extraordinarios en el caso de Farinelli.
Autora: María Santacecilia
Editor: Claudia Herrera Pahl
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Grabado por la Radio del Oeste de Alemania en el Centro de Cultura de Herne el 13 de noviembre de 2012
Derechos de emisión: Una emisión hasta el 30 de septiembre de 2013