Sudán del Sur: siguen combates y presidente declara emergencia
1 de enero de 2014
Pese a que había un acuerdo para negociar y las intenciones de llamar a un cese al fuego, los combates en Sudán del Sur no han parado y, de hecho, las fuerzas del Gobierno debieron organizar lo que llamaron “retirada táctica” ante un contraataque rebelde. Estos, liderados por el exvicepresidente Riek Machar, son acusados por el régimen de intentar un golpe de Estado hace dos semanas en la capital, Juba.
Ahora las hostilidades ocurren en Bor, la capital del Estado de Jonglei, que está casi en su totalidad en manos de los insurgentes. Ante la situación, el presidente Salva Kiir ha declarado este miércoles (01.01.2014) el estado de emergencia en Jonglei y Unidad, los dos estados que el Ejército no ha podido controlar. El Ministerio de Defensa aseguró que sus fuerzas están 18 kilómetros al sur de la ciudad, luchando.
Las potencias regionales y mundiales han enviado emisarios y exigido a las partes que se sienten a conversar. Un paso en ese sentido parece darse con el acuerdo de negociar en Etiopía. Si bien delegaciones tanto del Gobierno como de las fuerzas opositoras se encuentran en Addis Abeba para iniciar los diálogos, no ha habido un cese al fuego efectivo ni tampoco un calendario de reuniones. Ya han muerto mil personas en los casi 20 días de violencia.
“Retirada táctica”
El alcalde de Bor, Nhial Majak Nhial, dijo a la agencia Reuters que las tropas del Gobierno se retiraron, mientras que el Ejecutivo se refirió a esta medida en su cuenta oficial de Twitter, donde aclaró que se trata de una retirada “parcial” y que “seguimos combatiendo en los suburbios”. Estos combates alientan el temor de que las conversaciones de paz se vean frustradas incluso antes de comenzar.
La jefa de la misión de paz de la ONU en el país, Hilde Johnson, solicitó a los bandos que busquen una “solución política” y hagan un “gran esfuerzo” en aras de la “reconciliación nacional”, al tiempo que lamentó que las partes se hayan “aprovechado de la situación” para incitar a una tensión étnica. Esto, pues el presidente es de la etnia dinka y su enemigo político pertenece a la nuer.
De la misma opinión es el enviado especial de Estados Unidos, Daniel Booth. Éste pidió en Juba que las partes detengan “las acciones militares y den algunos días a las negociaciones”. El miércoles por la noche se oyeron disparos cerca del palacio de Gobierno. Un portavoz de la presidencia dijo que lo más probable era que las fuerzas de seguridad hubiesen disparado a lugareños que quebrantaban el toque de queda.
DZC (Europa Press, Reuters, dpa)