Subvenciones y aduanas en la mira
29 de julio de 2003Acompañada por protestas de manifestantes antiglobalización empezó hoy en Montreal la primera jornada de trabajo de la reunión ministerial de 25 países de la Organización Mundial de Comercio (OMC). El foco está en la polémica comercial existente entre Estados Unidos y la Unión Europea, que se centra en la política de subvenciones y en los impuestos aduaneros. La postura de Bruselas y de Washington sobre las ayudas que proporcionan a la producción y exportación de productos agrícolas ha sido uno de los principales obstáculos para el éxito de la presente ronda negociadora de la Organización Mundial de Comercio, que se inició en Doha (Qatar) en 2001.
Opiniones que hacen presión
"El proceso de las negociaciones de la Agenda para el Desarrollo, de Doha, ha llegado a su momento crucial. Necesitamos que las negociaciones reales empiecen, necesitamos más flexibilidad en las posiciones de los países y que estén preparados para hablar de compromisos", declaró el director general de la OMC, el tailandés Supachai Panitchpakdi, haciendo alusión a las delegaciones europea y estadounidense. La europea está encabezada por los comisarios de Comercio, Pascal Lamy, y Agricultura, Franz Fischler; la estadounidense, por el Representante de Comercio Exterior de EEUU, Robert Zoellick. El ministro de Comercio Internacional canadiense, Pierre Pettigrew, por su parte, habló más claramente: "Espero que la UE y EEUU muestren el liderazgo que esperamos de ellos'"
¿Polémica indisoluble?
El compromiso de Doha fue claro: lanzar una ronda de negociaciones y eliminar todos los subsidios a las exportaciones. En cuanto a las subvenciones, Europa –el maestro en el campo- dio ya el primer paso con su reforma agrícola. Sin embargo, para los demás miembros de la OMC no es suficiente. Por otro lado, los gravámenes a las importaciones no les saben muy bien a países clásicamente exportadores como Estados Unidos, Brasil y Canadá, cuya meta es bajarlos a un estándar internacional, mientras que Bruselas y Japón proponen reducirlos en un tanto por ciento, de tal manera que al final haya igual diferentes tipos arancelarios.
Se trata, pues, de acercar las posiciones de los dos gigantes del comercio, con miras a la Conferencia Ministerial de la OMC que se celebrará en Cancún en septiembre de este año. De que lleguen a un acuerdo dependen los demás socios y la liberalización del comercio internacional.