Sorpresa bagdadí
28 de noviembre de 2003
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, realizó una visita sorpresa a los soldados norteamericanos estacionados en Irak. Con motivo del día de acción de gracias, una jornada festiva en Estados Unidos, Bush quiso agradecer a las tropas su esfuerzo en lo que llamó la lucha contra los terroristas. La visita ha sido considerada un golpe de efecto en un momento en el que la inestable situación en Irak ha hecho
caer la popularidad del presidente.
La Repubblica
, diario de Roma, opina al respecto: "Bagdad surprise! Seguro se trató de una treta de campaña, una operación hecha en Hollywood, un corto publicitario, que veremos de aquí a que sean las elecciones una y otra vez. Sin embargo, no fue la entrada triunfal del libertador del oeste que los productores de la película se habían pensado para el primer aterrizaje de George W. Bush en la provincia sometida. Es decir, todo puede ser entendido como una confirmación de cuán difícil e inseguro es todavía el conflicto. Pero esa comida con los tropas se dirigía a su público propio en Estados Unidos y a su cada vez menos entusiasta ánimo bélico".El periódico francés, L´Union, de la ciudad de Reims, comenta: "Bush sorprendió a todos viajando a Irak para celebrar la fiesta de Acción de Gracias en Irak y para animar a sus tropas. Tenía primero que llegar a tamaña ocurrencia – y luego atreverse a llevarla a cabo. Le salió bastante bien, puesto que se la tuvo guardada hasta el final. Con este gesto, el presidente norteamericano impresionó a sus compatriotas durante su festivo predilecto. Renunció a su rancho en Texas y fue al frente de batalla. La señal está clara. Bush se encuentra ya en campaña para lograr su reelección. Ahora se trata de que la situación no vuelva a empeorar, y de que sus tropas logren traspasar a los iraquíes la responsabilidad".
El rotativo italiano La Stampa, de la ciudad de Turín, apunta: "El mensaje a los terroristas islámicos así como a las milicias de Saddam Hussein en Irak no puede ser más claro: mientras George Bush esté en la Casa Blanca, Estados Unidos no dará un paso atrás, seguirá en la ofensiva y perseguirá a sus enemigos y a los enemigos de la democracia en todo el mundo. Si las guerrillas deben creer que van a obligar a la retirada a las tropas norteamericanas con sus acciones kamikaze –como sucedió en su momento en Somalia y Líbano- se equivocaron. Pues es esta vez se trata de la seguridad en las calles de Nueva York, Washington y Los Angeles, y ahí Estados Unidos no huye".