Siria: se sigue atacando a opositores de Assad
14 de febrero de 2016
El Gobierno de Estados Unidos le ha pedido a Rusia y a Turquía que dejen de bombardear, respectivamente, a las fuerzas de la oposición siria moderada y a las milicias kurdas en el norte de Siria. En un comunicado emitido por el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, se dijo que el presidente estadounidense Barack Obama y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sostuvieron una conversación telefónica este domingo (14.2.2016) para hablar sobre las “decisiones” y “acuerdos” alcanzados en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC).
Uno de los objetivos de ese evento –descrito como el “Davos de la Defensa”– era allanar el camino para lograr en una semana el “cese de las hostilidades” en Siria. Sin embargo, las esperanzas de que esa tregua se consume se debilitan con cada nuevo reporte sobre los bombardeos de los que son objeto en territorio sirio los combatientes kurdos y los adversarios del “hombre fuerte” de Damasco, Bashar al Assad. Este mismo domingo (14.2.2016), ignorando los llamados de Washington y París, Turquía volvió a atacar a las milicias turcas en Siria.
Este es el segundo día consecutivo de agresiones turcas contra los aliados turcos de Occidente en Siria. El sábado (13.2.2016), el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, urgió al primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, a cesar los bombardeos en cuestión. Por su parte, Davutoglu advirtió que su país no permitirá que la milicia kurda amenace su frontera y le exigió que se mantenga alejado del corredor que conecta la ciudad siria de Alepo, escenario de duros combates, con Turquía.
Ankara alega que sus bombardeos son una respuesta a los ataques perpetrados por las milicias kurdas contra territorio turco desde Siria. En lo que respecta al diálogo ruso-estadounidense, ambos países mantienen diferencias sustanciales de cara al conflicto sirio. Washington critica que, con el apoyo aéreo ruso, el Ejército de Assad bombardea a la oposición siria moderada; Moscú subraya que sus ataques se dirigen contra “terroristas”. El futuro de Asad, que cuenta con el respaldo de Rusia e Irán, es el otro gran punto de fricción.
No obstante, la Casa Blanca y el Kremlin coincidieron en Múnich en que debe ser el pueblo sirio quien decida cómo se articulará el país tras la guerra.
ERC ( EFE / Reuters / AFP / Deutschlandfunk )