"Sin Sharon Israel y Palestina también superarán conflicto"
9 de enero de 2006
El diario alemán Rheinische Post, de Düsseldorf cita: "El presidente del Consejo Judío alemán, Paul Spiegel, afirma que los esfuerzos de paz en el Cercano Oriente perdurarán, a pesar de la grave enfermedad del líder israelí Ariel Sharon. El presidente en funciones, Ehud Olmert, ha dicho que las intenciones de paz en una democracia como Israel no están condicionadas a ninguna persona, en particular. Spiegel, está convencido que el partido Kadima, recientemente fundado por Sharon, ganará las elecciones en marzo".
El periódico parisino Le Figaro vaticina: "El presidente interino de Israel, Ehud Olmert, está ante una tarea difícil, pues tendrá que definir, de nuevo, las debilitadas relaciones entre los dos pueblos. Por una parte, tendrá que enfrentar con decisión la lucha contra el terrorismo y, por la otra, considerar las preocupaciones de los colonos de la Franja occidental de Jordania. Y todo esto bajo las miradas críticas del partido Likud. Schimon Peres le aseguró su apoyo a Olmert.
Ésto es muy positivo y deja entrever la esperanza de que el partido Kadima vaya a seguir existiendo, a pesar de la probable desaparición de Sharon, y que el proyecto en mente sea llevado a cabo: la superación de la división de ambos pueblos para que puedan vivir en pacífica coexistencia".
Escándalo de cabildeo en Estados Unidos
El rotativo finlandés Helsinging Sanomat anota: "El primer año del segundo mandato de la administración Bush termina con otras señales de las que empezó. El presidente de Estados Unidos ganó las elecciones con la promesa de rehacer las políticas interior y exterior. Pero sucede que después de un año su capital político es cada vez más bajo".
… y los escándalos aumentan en la Casa Blanca
El diario español El País comenta: "Jack Abramoff, el traficante de influencias por excelencia de Washington, se ha convertido en un apestado. Su admisión de culpabilidad por conspiración, soborno, evasión de impuestos y fraude puede acabar con la carrera de más de una decena de políticos (republicanos en su mayoría, pero también algún demócrata), y condicionar las elecciones de noviembre, en que se renuevan la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.
Tras la dimisión del jefe de Gabinete de Cheney, Scooter Libby, y de Tom DeLay, el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, el caso Abramoff puede desatar un vendaval contra la corrupción derivada del sistema de los lobbies, los grupos de presión que tratan de influir en legisladores y gobernantes.
Su crecimiento ha sido desmesurado: en los últimos cinco años, el número de personas que trabajan para estos grupos se ha doblado, para llegar a unos 35.000, así como los gastos derivados de estas actividades, que el año pasado supusieron un promedio de cinco millones de dólares por congresista. Muchos de ellos están devolviendo dinero sospechoso llegado vía Abramoff. Incluso los responsables de la campaña de Bush han devuelto 6.000 dólares.
Que tras años de impunidad se destapen estos escándalos será saludable para la democracia (norte) americana, que en algunos aspectos funciona, efectivamente, como un casino".