SIDA: más que una crisis de salud

Hasta el próximo viernes, 16 de julio, los cerca de 16.000 delegados de todo el mundo debatirán acerca de cómo poner en práctica el objetivo de la conferencia. En su aplaudida alocución inuagural, el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, formuló una velada crítica al bajo perfil político que muchos países dan a esta reunión. Muchas naciones, dijo Annan, están representadas en esta conferencia por sus respectivos ministros de Salud. Sin embargo, debemos dejar muy claro, continuó el Secretario General de Naciones Unidas, que el SIDA no es una crisis de salud, sino una amenaza para el desarrollo del mundo entero.

El telón de fondo de la conferencia de Bangkok es el informe mundial del SIDA, presentado por la ONU la semana pasada. Los datos son alarmantes: 38 millones de personas en todo el mundo viven con el virus del VIH, el año pasado se registraron 5 millones de nuevas infecciones. El SIDA sigue expandiéndose, dejando en evidencia que a las promesas vertidas en conferencias anteriores, como la de Barcelona hace dos años, no siguieron hechos concretos.

Protestas en Bangkok

"Basta de mentiras", ése fue uno de los lemas que se leía en las pancartas durante una marcha de protesta por las calles de Bangkok, que culminó en el recinto de la conferencia. Los países industrializados, entre ellos Alemania, prometen aportar grandes sumas de dinero para la lucha contra el SIDA, pero luego no cumplen ni con una tercera parte de sus compromisos, decía un activista francés.

Según Halil el Wah Dried, con el dinero que quedaron debiendo los países donantes se podrían haber salvado unas diez mil vidas. También EEUU está en la mira de los activistas, que critican que el gobierno del presidente Bush supedite la ayuda financiera para luchar contra el SIDA a condiciones tales como la no propagación del uso de condones.

El SIDA ha cambiado de rostro

Hace dos décadas, el SIDA era una enfermedad que afectaba sobre todo a hombres homosexuales. Hoy en día, las más afectadas son las mujeres, quienes constituyen aproximadamente el 50% de los portadores del VIH. En algunas regiones del Africa subsahariana esta tasa alcanza casi el 60%. Y es que las niñas y mujeres son especialmente vulnerables a una eventual infección con el VIH al estar expuestas en un alto grado a la violencia doméstica, y debido a que en muchos países no tienen acceso a la educación y no se les concede el derecho de herencia ni el de poseer tierras. Al vivir en dependencia económica y social del hombre, el riesgo de contraer SIDA es mucho mayor para las mujeres. Kofi Annan, en su discurso de apertura de la Conferencia, destacó que sólo si las mujeres tienen acceso a educación y salud, y se les concede la igualdad de oportunidades en la vida económica, la lucha contra el SIDA tendrá una perspectiva a futuro.

La región más afectada por la epidemia del SIDA sigue siendo el África subsahariana, donde la presencia del virus entre la población adulta alcanza llega a alcanzar el 40%. De alarmante califican los expertos la situación en Asia, donde el año pasado se registró una de cada cuatro infecciones. En Rusia y los países de Europa central, la mortal enfermedad también va en aumento, cosa que preocupa especialmente en la Unión Europea tras su histórica ampliación hacia el Este a comienzos de mayo. En América Latina, los países más afectados por el Sida son los estados caribeños y centroamericanos.