Recortar ayuda a palestinos causaría catástrofe humanitaria

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) proporciona y atiende el desarrollo, la educación, la salud, los servicios sociales y la ayuda de emergencia a los refugiados palestinos que viven en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza. Es la principal organización entre las que realizan esas tareas.

DEUTSCHE WELLE: Pierre Krähenbühl, secretario general de la UNRWA, dijo ya en noviembre pasado que su organización acumuló en 2017 un déficit de 77 millones de dólares. ¿Cuáles serían las consecuencias de una drástica reducción del aporte de EE. UU.?

Bettina Marx: Si EE. UU. realmente reduce su aporte a la UNRWA será responsable de una catástrofe humanitaria, por lo menos, en la Franja de Gaza, pero probablemente también en otras zonas en las que viven muchos palestinos.

Hace una semana, Benjamín Netanyahu, el primer ministro de Israel, exigió la disolución de la UNRWA y que sus tareas fueran asumidas por ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). ¿Es una exigencia realista?

En la práctica es una exigencia absolutamente irrealista. La UNRWA ayuda actualmente a más de cinco millones de personas. No existe ninguna otra organización que pueda asumir la tarea de UNRWA, que tiene personal con los conocimientos necesarios, que conocen la especial problemática de los refugiados palestinos y tienen los contactos necesarios con los israelíes en los territorios ocupados. Porque la mayoría de los productos que UNRWA envía a la Franja de Gaza son comprados en Israel y también los pasos terrestres y las rutas marítimas son controladas por Israel.

¿Cuál es la situación de los refugiados palestinos?

Su situación es diferente en cada país. En Jordania tienen relativamente muchos derechos, en parten pueden solicitar también la ciudadanía jordana. En Siria tenían antes también muchos derechos, pero desde el comienzo de la guerra civil son perseguidos. Además, como palestinos de Siria no encuentran refugio en otros países de la región. En el Líbano, los palestinos están excluidos de muchas profesiones y sus derechos son limitados. En los territorios ocupados viven en grandes campos para refugiados, que hoy funcionan como pequeñas ciudades o grandes villas miseria, con una infraestructura propia, pero con pocas posibilidades de participación política y generalmente en condición de gran pobreza. En la Franja de Gaza, el 70 por ciento de los palestinos están considerados refugiados.

¿Qué aporte realiza exactamente UNRWA?

Pude observar el trabajo de UNRWA, sobre todo, en la Franja de Gaza. Allí gestiona casi 300 escuelas. Sin la UNRWA, probablemente no habría un sistema escolar. Ni tampoco un sistema de salud. Sin la UNRWA habría probablemente brotes epidémicos. Y sin los alimentos básicos que proporciona UNRWA a los palestinos en la Franja de Gaza, los dos millones de habitantes de la Franja probablemente no podrían sobrevivir.

Críticos dicen que UNRWA administra los problemas, más que resolverlos. ¿Es UNRWA hoy, después de 70 años de existencia, también parte del problema?

No, pienso que ese análisis no es correcto. La UNRWA no puede ser parte de la solución, porque no es esa su tarea. Su tarea es abastecer a los refugiados y la cumple en forma excelente.

¿Se trata, entonces, de una provocación de Trump y Netanyahu?

En el caso de Donald Trump no puedo excluir que sus declaraciones se deban a un total desconocimiento de la situación. Israel plantea esa exigencia desde hace tiempo. Pero entonces, debería asumir la responsabilidad por los refugiados que viven en los territorios ocupados y la Franja de Gaza. Yo creo que Israel no estaría en condiciones de hacerlo y que tampoco tiene ningún interés en ello.

Bettina Marx es desde octubre de 2015 directora de la oficina de la Fundación Heinrich Böll en Ramala. Antes fue redactora de la DEUTSCHE WELLE y corresponsal radiofónica de ARD en Tel Aviv.