Sharon y el freno del Likud
20 de agosto de 2004Le Figaro, de París, opina: "La meta de Ariel Sharon es conocida: él desea el consentimiento de la Kneset para la retirada de la franja de Gaza, una etapa decisiva rumbo hacia la paz. Lo opinión pública israelí respalda este plan por amplia mayoría; Estados Unidos y Europa están en la misma línea. En consecuencia, parecían dadas todas las premisas para quebrar la intransigencia de israelíes y palestinos. Pero, desgraciadamente, los halcones de los partidos religiosos han frenado dicho plan. ¿Podrá Sharon sacar todavía un as de la manga? A fin de cuentas, la opinión pública lo respalda. Podría convocar a elecciones o ampliar su gabinete. El primer ministro israelí tiene muchas fallas, pero al fin y al cabo es obstinado."
Fama de "bulldozer"
La edición alemana del Financial Times hace notar: "En Israel hay una crisis de gobierno. ¿Y qué hace el primer ministro, Ariel Sharon? Se va de vacaciones de verano. El jefe de gobierno no podría haber demostrado con mayor claridad cuánta impresión le causa su última derrota dentro de su propio partido. La mayoría del Likud rechazó establecer una coalición con el Partido Laborista que deseaba Sharon y, con ello, la retirada de la franja de Gaza. Pero, en lugar de capitular y convocar a elecciones, Sharon se propone llevar a cabo su proyecto a la fuerza. Con ello, una vez más hace honor a su fama de "bulldozer"."
Extrema dificultad
El Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno, apunta: "Esta no es la primera derrota que sufre Sharon dentro de su partido, en su intento de limitar pragmáticamente la política de expansión israelí. (...) Por otra parte, las dificultades que enfrenta con su plan de retirada de Gaza revelan cuán inmensamente difícil y rayano en lo imposible sería llevar adelante en Israel un acuerdo de paz con los palestinos que resultara siquiera aceptable para la mayoría de ellos. Porque el plan de Sharon con respecto a Gaza no constituye una concesión hacia los palestinos, renunciando a intereses generales israelíes; más bien se trata de un imperativo de desprenderse de un lastre."
Necesidad de clarificación
El Neue Zürcher Zeitung, de Zurich, comenta: "Si están en lo cierto las encuestas que indican que la mayoría del electorado israelí aprueba los planes de retirada de la franja de Gaza, Sharon y las fuerzas que apoyan su proyecto tendrían buenas posibilidades de obtener una mayoría más sólida en una nueva Kneset. No obstante, el jefe de gobierno tendría que asumir el riesgo de una división en su partido, el Likud. En aras de aclarar la especialmente confusa situación imperante en la política israelí, eso no sería malo. Pero sólo existiría una perspectiva realista para semejante proceso clarificador si Sharon demuestra que va en serio su despedida -al menos parcial- del antiguo credo de una ilimitada expansión de los asentamientos. Con sus últimas resoluciones, quizá los halcones del Likud obliguen al viejo maestro de la táctica a actuar con más claridad de lo que hasta ahora se había propuesto."