¿Se reinventará Angela Merkel en su cuarto mandato?
14 de marzo de 2018"Tenemos mucho trabajo por delante", declaró Angela Merkel el lunes ante la prensa en Berlín para presentar la nueva coalición alemana junto a sus líderes socios de la coalición, su nuevo ministro del Interior Horst Seehofer y su nuevo ministro de Finanzas, Olaf Scholz.
La renovación será un tema importante para el cuarto gobierno de Merkel, y que para la mayoría de los expertos políticos en la capital alemana, el canciller se está tropezando en lugar de fluyendo en el nuevo mandato.
La serena intocabilidad que la ha hecho tan exitosa hasta ahora se ha erosionado en los últimos meses. Su Unión Demócrata Cristiana (CDU) obtuvo los peores resultados de las elecciones en septiembre pasado: el 33 por ciento fue mucho más que cualquier otro partido, pero pareció una derrota para un partido que estaba acostumbrado a persuadir a más del 40 por ciento de los alemanes. Después sucedió la ruptura de las negociaciones de la coalición "Jamaica" con los gurús del libre mercado del Partido Democrático Liberal (FDP) y un Partido Verde relativamente conservador.
¿Qué hay de nuevo?
Esa coalición tripartita habría sido la primera a nivel federal en Alemania, y habría supuesto un nuevo plan para un electorado cansado de los dos grandes partidos de centro que han gobernado el país durante ocho de los últimos 12 años.
Sin embargo al final, el FDP abandonó las conversaciones y declaró, condenatoriamente para la canciller, que solo se uniría a una coalición con la CDU sin Merkel a la cabeza.
Merkel abordó el tema de la renovación el lunes (12.03) ante docenas de periodistas al subrayar todos los cambios que ya había hecho y los nuevos proyectos que tenía por delante: Reestructuración del gobierno federal agregando construcción y "Heimat" ("patria") al Ministerio del Interior, y haciendo de los "asuntos digitales", la educación y la capacitación laboral, en particular, nuevos focos de actuación.
También apuntó a que, aparte de ella y la de la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, todos los cargos del gabinete estaban a punto de ser asumidos por personas nuevas . "Eso cambiará todas las discusiones", sugirió. Este gobierno podría tener el mismo aspecto, insinuaba, pero realmente es diferente.
Josef Janning, analista político alemán en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, es escéptico de que la propia Merkel pueda hacer mucho para recuperar a los votantes perdidos. "Ha presentado un par de caras nuevas, y tendrán que hacerlo", le dijo a DW. "Ella tendrá que ser quien les deje brillar, dejar que saquen innovación de una manera que no sea egocéntrica, sino espíritu de equipo. Si puede hacer eso, puede dar la impresión de que están pasando cosas nuevas".
Su área política más importante es Europa, dijo Janning. "Tendrá que demostrar que puede revitalizar Europa como una idea", dijo. "Y creo que habla en serio sobre intentarlo".
Janning también piensa que los últimos meses han servido como un correctivo a las percepciones europeas sobre Alemania. "Antes de las elecciones, Alemania parecía ser la excepción a todas las reglas de la política europea, sin un gran partido anti Unión Europea, con una campaña electoral aburrida", dijo. "Esto se ha destruido. Ahora volvemos a ser un país más o menos normal, liderado por un líder político más o menos normal".
Concesiones embarazosas
Este énfasis en la renovación surgió de las dos incómodas tareas que Merkel enfrentó después del fin de la coalición "Jamaica". Primero, tuvo que persuadir a sus antiguos socios, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), para que se unieran a ella en otra "gran" coalición, a pesar de que el líder del partido, Martin Schulz, lo había descartado. En segundo lugar, tuvo que vender el contrato de coalición resultante, el cuál incluía algunas concesiones significativas tanto para los socialdemócratas como para sus aliados bávaros de derecha, la Unión Social Cristiana (CSU), para el descontento de su propio partido.
El alto precio para un cuarto mandato ha sido notable en la CDU. Merkel tuvo que nombrar a Jens Spahn, un rival de la ala derecha de la CDU, para su nuevo gabinete como ministro de Salud, a pesar de que tiene una visión bastante diferente de lo que debe hacer el partido conservador.
En este sentido, no es que Merkel sea exactamente progresista en cuestiones sociales. A pesar de lo mucho que se habló sobre cómo arrastró a su partido hacia la izquierda, votó en contra del matrimonio igualitario en el Bundestag al final de la última legislatura del verano pasado, y se negó infamemente a describirse como feminista el pasado mes de abril, mientras tomaba parte en una discusión junto a algunas de las mujeres más poderosas del mundo. El debate se llamaba "Mujeres inspiradoras".
Tampoco parece darle mucho valor a una representación diversa en el gobierno federal: solo seis de los 15 ministros de su nuevo gabinete son mujeres, ninguno pertenece a una minoría étnica y solo uno pertenece a la antigua Alemania del Este.
¿Cambiando sus lugares?
A menudo, la longevidad de Merkel en el gobierno se ha atribuido a su estilo de liderazgo pasivo y cuidadoso. Se observa que evita los grandes discursos visionarios, en lugar de buscar el consenso y al mismo tiempo imponer su autoridad entre bastidores.
"Su estilo de liderazgo siempre se compara con el mismo antiguo, musculoso estilo de político masculino", consideró Johanna Mair, profesora de organización, estrategia y liderazgo en la Hertie School of Governance. "Estoy bastante segura de que, en un par de años, evaluaremos su liderazgo de manera muy diferente a la actual".
"Nada va a cambiar a Angela Merkel", dijo. "Mientras el resultado esté bien, lo cual a los ojos de muchas personas en este país, y también más allá, sigue siendo el caso, entonces el método está bien". Aunque se criticó su pasividad en las conversaciones de la coalición, "al final lo que contó, en su enfoque de la política, es que ella entregó una coalición".
Por esa razón, Janning no cree que Merkel desarrollará la actitud más libre que a menudo adoptan los presidentes estadounidenses de segundo mandato. "Un éxito relativo será si ella logra mantener unida a la coalición en este período electoral, y si también prepara el terreno para que alguien más obtenga un buen resultado para los demócratas cristianos en las próximas elecciones", dijo. "Si puede hacerlo, se considerará un éxito notable".
Autor: Benjamin Knight (J.A.G./EL)