Se aplaza la votación sobre el programa nuclear iraní
3 de febrero de 2006
La resolución sobre la que se debate fue presentada a la Junta de Gobernadores de la OIEA por la Unión Europea, y deja el caso del programa nuclear iraní en manos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sin amenazar con sanciones.
El documento expone una serie de exigencias a Irán, como volver a suspender su programa de enriquecimiento de uranio y ser más transparente, tal y como solicita el director general del OIEA, Mohamed El Baradei. Para ser aprobado, el texto requiere de una mayoría simple de los 35 países de la Junta.
Los intereses de la discordia
El desacuerdo sobre la resolución se debe a que Egipto y otros países en desarrollo han exigido incluir en el documento un llamamiento a la creación de una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio, en referencia indirecta al supuesto poderío nuclear de Israel.
Esa mención es inaceptable para Estados Unidos, el principal aliado de Israel en la zona, pero indispensable para una votación favorable de parte de Egipto y sus aliados. Diplomáticos occidentales señalaron en Viena que Israel, país del que se sospecha que posee armas nucleares, "no es el tema de esta reunión ni de esta resolución".
El embajador de EEUU ante el OIEA, Gregory Shulte, dijo esta tarde que "una creciente mayoría está apoyando" la resolución. "Una vez ante el Consejo de Seguridad de la ONU, nosotros prevemos un esfuerzo gradual para ejercer más presión sobre los líderes de Irán que permita una solución diplomática", añadió.
Irán sigue en sus trece
Irán reiteró hoy que remitir su programa nuclear al Consejo de Seguridad significaría el final de su colaboración voluntaria con la OIEA y advirtió de que tampoco podrá seguir negociando con Rusia sobre una solución de compromiso al litigio atómico.
"Si adoptan esta resolución significa matar la propuesta rusa" (que prevé enriquecer uranio en Rusia en el marco de una sociedad conjunta internacional), señaló Javad Vaeidi, uno de los negociadores nucleares de Irán. "Nos ata las manos", dijo Vaeidi.
La razón es la existencia de una ley aprobada por el Parlamento iraní que obliga a Teherán, si el programa llegase a ser denunciado ante el Consejo, a "suspender cualquier actividad voluntaria (con la OIEA), lo que hace imposible seguir la propuesta rusa", indicó el iraní.
La colaboración voluntaria de Irán con la OIEA se realiza en el marco del Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), que permite a los inspectores internacionales visitar casi sin aviso previo todas las instalaciones nucleares.
Rusia mantiene su oferta
Grigory Berdennikov, embajador ruso en la OIEA, dijo que su Gobierno "no ha retirado la oferta" y confirmó que por ahora las conversaciones siguen adelante.
Moscú propone que los aspectos más sensibles del ciclo de combustible nuclear iraní, como el enriquecimiento de uranio, se lleven a cabo en su territorio en el marco de una sociedad internacional. De esta forma, Irán no perdería su autonomía a la hora de producir combustible nuclear y la comunidad internacional podría estar segura que ningún material atómico iraní es desviado para fines militares.
Los únicos tres países que han declarado hasta ahora abiertamente su oposición a la resolución son Venezuela, Cuba y Siria. La reunión de emergencia de la Junta se reanudará el sábado a partir de las 9.00 hora centroeuropea.