Schengen: Unión Europea no bajará la guardia en seguridad
5 de octubre de 2006
En la apertura de las fronteras de la Unión hacia el Este europeo no puede haber compromisos que vayan en detrimento de la seguridad. Este es, en resumen, el consenso a que llegaron este 5 de octubre los ministros de interiores de la Unión Europea reunidos en Luxemburgo para definir las nuevas pautas de seguridad y permeabilidad de las fronteras de la UE. Una premisa apoyada, principalmente por Wolfgang Schäuble, el ministro alemán del Interior.
El espacio Schengen
Una condición queda clara para la Unión Europea: antes de que cualquiera de los nuevos países miembros sea aceptado en el “espacio Schengen” de fronteras abiertas tendrá que llenar todos los requisitos porque de lo contrario en Europa los estándares de seguridad se reducirían.
Condiciones difíciles, según Rumania y Hungría, que critican “un gran retardo de la apertura de las fronteras”. Bruselas prevé que sea apenas en 2009 cuando se abran las fronteras totalmente a todos los nuevos miembros de la Unión, todos ellos del Este y sureste europeos.
Inicialmente los controles de pasaporte se iban a eliminar desde octubre de 2007, pero la medida apareció como muy optimista en vista de los grandes déficits en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado de Polonia, Hungría y Rumania, sobre todo.
En seguridad es mejor prevenir que curar
“Muy seguramente hubo un error”, dice el ministro polaco del Interior Ludwik Dorn que aún no acepta del todo la realidad de que criminalidad en Polonia amenazaría con extenderse a otros países europeos, en detrimento de su propio país y de los demás. Por eso, los ministros de Interiores han decidido aplicar la vieja regla de que “es mejor prevenir que curar”.
Uno de los requisitos para la ampliación del sistema de fronteras abiertas del Acuerdo de Schengen, por el nombre de la ciudad luxemburguesa en donde se creó, es que los países que quieran ser miembros tendrán que implementar un sistema de intercambio de datos personales.
La seguridad aumentará
Además de ello, la Unión Europea modernizará sus propios sistemas de seguridad. El “SIS II” empezará a emplearse en verano de 2008 e incluirá el uso de datos biométricos. Una cosa sí está asegurada en asuntos de seguridad: en la nueva Unión Europea la seguridad será mayor y, por lo tanto, los controles.