Satélite europeo mide concentraciones de polución
13 de marzo de 2007MetOp no es un satélite de simple observación. Este es el primer satélite europeo capaz de realizar mediciones exactas de concentraciones de ozono y dióxido de carbono. Aparte de contribuir con una tarea importante en tiempos de la polémica sobre el calentamiento global, MetOp ha elevado el rango de seguridad de pronósticos del tiempo de dos a cinco días.
A bordo del satélite MetOp-A (Meteorological Operational Satellite) viaja un instrumento con capacidad de ejecutar mediciones en todo el mundo que permiten análisis globales de la calidad del aire. El satélite MetOp, que transporta en total 11 instrumentos, da vueltas a la Tierra en una órbita a 817 kilómetros de altura.
Gases generados por la combustión
Este sofisticado instrumento no es otra cosa que un novedoso espectrómetro bautizado GOME-2 (Global Ozone Monitoring), por sus siglas en inglés. Su función se resume en el monitoreo global de los gases tóxicos generados por la combustión.
Los primeros datos enviados por MetOp están siendo evaluados por toda una red de instituciones investigadoras de Alemania bajo la coordinación de la Agencia alemana de Aeronavegación e investigaciones Espaciales (DLR), entre las que se encuentran el Instituto de Metódica Metereológica (DFD).
América Latina podría beneficiarse
La misión MetOp está programada a largo plazo y los datos y conocimientos obtenidos podrían ser puestos a disposición de otras regiones del mundo.
La destrucción de la capa de ozono y sus cambios naturales son justamente una de las grandes preocupaciones de la humanidad y algunos gobiernos nacionales. La pérdida de la protección que ofrece la capa de ozono desde la estratosfera permite el paso de los destructivos rayos ultravioleta, nocivos para los humanos como para la agricultura, los ríos y mares.
También sobre Europa crece el problema
Las mediciones hechas gracias a MetOp, sumadas a las ejecutadas por el satélite ENVISAT, confirman la extrema reducción de la capa de ozono sobre el polo Ártico, una anomalía que amenaza directamente a Europa.
“Durante los inviernos de 2004 y 2005 se abrió un preocupante hueco sobre el Polo Ártico”, dice el Deutsches Fernerkundungs-Datenzentrums (DFD) de Oberpfaffenhofen, una de las entidades alemanas encargadas de analizar los datos de ambos satélites.
Una de las peculiaridades que asombra a los científicos son los súbitos “saltos” que dan las concentraciones de ozono. Con el fin del invierno en el hemisferio norte, por lo general, se espera que la capa de ozono se recupere con las cantidades transportadas desde la atmósfera.
Ozono: una sombrilla perforada
El ozono se encuentra más que todo en el “segundo piso” de la atmósfera, la estratosfera, a alturas entre los 10 y 30 kilómetros. La capa de ozono cumple, por lo demás, una función vital para los humanos: protegerlos de cáncer de piel causados por rayos ultravioletas.