"Sin justicia no habrá seguridad"
23 de octubre de 2015Deutsche Welle: Tras la renuncia de Otto Pérez Molina y una pérdida de credibilidad alarmante de los políticos en Guatemala, muchos ciudadanos sienten que en esta segunda vuelta ya no importa por quién voten, porque los dos candidatos siguen siendo más de lo mismo. ¿Qué le dice usted a esa gente?
Sandra Torres: Sí hay una gran diferencia entre los dos proyectos y lo que cada uno representa. La gran diferencia es que no vamos a llegar a improvisar, tenemos conocimiento del Estado, ya hemos hecho gestión pública. Yo represento una ideología socialdemócrata, un proyecto democrático y progresista.
...una ideología socialdemócrata muy influenciada por el sector empresarial.
La socialdemocracia es el balance entre el Estado y el mercado. Estado hasta donde sea posible, mercado hasta donde sea necesario. Es crecimiento económico con compensadores sociales ecológicamente sustentables.
Uno de los temas que genera conflictividad social es la destrucción ambiental a raíz de la extracción de recursos naturales. ¿Usted como presidenta la prohibiría?
No, no es prohibirlo, sino simplemente escuchar a la población. Se debe de cumplir con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo que manda que las consultas populares se hagan y sean vinculantes antes de implementar cualquier proyecto de recursos naturales. Si la población está de acuerdo y una consulta es positiva, pues se hará, siempre y cuando se cumplan también los requisitos de los estudios de impactos medioambientales y que los recursos que se recauden de la explotación se queden también en las comunidades.
¿Cuáles son los problemas más grandes a los que se enfrenta Guatemala?
En primer lugar, una lucha frontal contra la corrupción y la impunidad para lograr justicia con un enfoque integral de la seguridad.
¿Qué significa este enfoque integral de la seguridad?
Necesitamos muchos programas de prevención, acción, investigación, inteligencia y de certeza de castigo y para ello es necesario una coordinación interinstitucional con el Ministerio Público y el organismo judicial. Porque si no hay justicia no habrá seguridad. Los recursos son importantes para lograr que tengamos más presencia en el país de las instituciones tanto de seguridad como de justicia. Hoy por hoy, el Ministerio Público sólo tiene presencia en el diez por ciento del territorio. Necesitamos que esté presente en el 100 por ciento.
¿Cree que hace falta la presencia de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)?
Totalmente, he dicho públicamente que necesito a la CICIG para hacer Gobierno.
¿Cuál sería su política pública priorizada?
Conseguir el financiamiento para la ejecución de un programa de Gobierno. La recaudación fiscal es uno de los problemas, por ello tenemos que luchar contra la corrupción y la evasión, hay que eliminar los privilegios para poder recuperar esa evasión de más de 20 mil millones de quetzales que hay todos los años en actos de corrupción y en puertos y aduanas.
Siendo Guatemala el país con el nivel de impuestos más bajo en Latinoamérica, ¿es importante subir los impuestos?
En esto momento el país no está para más impuestos porque los impuestos van de la mano con la transparencia. Mi propuesta es recuperar esa evasión que tenemos en las aduanas, los puertos y la corrupción del Estado, pero también ampliar la base de recaudación, para que haya más contribuyentes y para que el que más gana, más pague.
En su opinión, ¿es Guatemala un país racista?
Totalmente. Tenemos una población indígena discriminada, excluida, sin acceso a los servicios básicos, sin acceso al mínimo derecho a la educación y a la salud. Tenemos que terminar con esa desigualdad, que es uno de los grandes problemas estructurales.
Para combatir esta desigualdad, una de sus estrategias es revivir los programas sociales de la UNE. ¿Cómo se puede asegurar que los programas asistencialistas se vuelvan sostenibles?
Todos los países tienen programas asistencialistas que van enfocados a la gente en extrema pobreza. Tenemos que trabajar con programas asistenciales con esa gente para sacarla de la pobreza extrema, capacitarla, darle el derecho a la educación y conseguirle un empleo para hacer sostenibles los programas.
Como candidata femenina en un país machista y patriarcal, ¿siente que lo tiene más difícil que un candidato masculino?
Yo pienso que no, todo lo contrario, la gran ventaja que yo tengo es la experiencia, es el conocimiento del Estado, son los resultados, son los hechos que yo he obtenido. El otro candidato es un actor, no tiene experiencia, es una persona que no conoce el Estado. Aquí no estamos hablando de género, la capacidad no es cuestión de género, es cuestión de la persona.
¿Cree que la religión y la política van de la mano?
Tenemos constitucionalmente un Estado laico que no permite que la religión se incluya, ni en la educación escolar ni en el Estado. Una cosa es la política, otra cosa es la religión.
¿Qué va a hacer el 26 de octubre?
A celebrar la presidencia, primero Dios.
DW intentó infructuosamente también entrevistar al candidato Jimmy Morales, del Frente de Convergencia Nacional. Sin embargo, este optó por no conversar con nosotros.