Sanciones sobre Rusia seguirán vigentes
1 de febrero de 2016
La canciller de Alemania, Angela Merkel, señaló este lunes (1.2.2016) que las sanciones sobre Rusia seguirán vigentes hasta que Moscú cumpla con el Acuerdo de Minsk, el pacto firmado para poner fin a la guerra civil en Ucrania. “Lamentablemente, sigue sin haber una tregua sostenible” entre las tropas leales al Gobierno de Kiev y los rebeldes prorrusos de las provincias orientales de Donetsk y Lugansk, agregó Merkel antes de reunirse con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, en Berlín.
El alto el fuego es, recordó la canciller, uno de los puntos fundamentales del convenio y requisito imprescindible para que se pongan en marcha los puntos políticos también pactados. Entre ellos destacan la reforma de la Constitución ucraniana y la celebración de elecciones locales en las regiones afectadas por el
conflicto, algo controvertido para los partidos representados en el Parlamento de Kiev. El Acuerdo de Minsk fue suscrito en la capital bielorrusa por Poroshenko y el presidente ruso, Vladimir Putin, en febrero de 2015.
Merkel, quien auspició la firma de ese documento junto con el presidente francés, François Hollande, insistió en que las sanciones contra Rusia sólo se levantarán si se implementa de manera íntegra lo fijado en el acuerdo, empezando por una tregua duradera. Tras reunirse a puerta cerrada, los mandatarios de Alemania y Ucrania dijeron estar muy preocupados por los nuevos enfrentamientos entre las fuerzas oficialistas y los secesionistas prorrusos en el este de esa exrepública soviética.
Socio de Merkel viaja a Moscú
Pero, a juzgar por las tensiones registradas en el seno de la coalición que apuntala a su propio Gobierno, cabe decir que las enfáticas palabras de la “mujer fuerte” de Berlín no estaban dirigidas únicamente a Moscú, sino también a Horst Seehofer, líder de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), hermana pequeña del partido de Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Seehofer generó nuevas friciones este domingo (31.1.2016) al anunciar que viajará a Rusia el próximo jueves (4.2.2016) para reunirse personalmente con Putin.
En un momento marcado por la discordia bilateral, no son pocos los que temen que Seehofer cometa una imprudencia, sobre todo si llega a conversar con el presidente ruso sobre el tema de las sanciones. “La política exterior se lleva desde Berlín, no desde Múnich”, criticó el portavoz del grupo parlamentario socialdemócrata, Niels Annen. El responsable de Exteriores de la CDU, Roderich Kiesewetter, fue más lejos y le sugirió a Seehofer que le pidiera a los rusos dejar de “financiar subrepticiamente a las redes ultraderechistas” en Alemania.
Kiesewetter aludió así a una presunta cooperación entre Rusia y formaciones ultraderechistas activas en territorio germano. Las relaciones diplomáticas entre el “gigante euroasiático” y Alemania también se han visto enturbiadas por el caso de “Lisa F.”, una niña ruso-alemana de 13 años radicada en Berlín que desapareció durante 30 horas el pasado 11 de enero y, al reaparecer con heridas en el rostro, dijo haber sido secuestrada y violada por varios hombres de apariencia “árabe o norafricana”.
Fricciones entre Moscú y Berlín
Al ser interrogada tres días después por especialistas en la materia, “ella admitió inmediatamente que la historia de la violación no era cierta”, comentó el vocero de la Fiscalía General en Berlín, Martin Steltner, en entrevista con el diario británico The Guardian. El que las autoridades alemanas desmintieran repetidamente que la menor hubiera sido violada no impidió las movilizaciones de la comunidad germano-rusa en la capital alemana, que clamó airadamente por frenar la acogida de refugiados.
La cuestión alcanzó a las altas esferas cuando el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, acusó a Alemania de intentar ocultar el caso por razones de “corrección política”. La respuesta de su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier no se hizo esperar.
Por si fuera poco, datos publicados este sábado (30.1.2016) por el semanario Der Spiegel le atribuyen al espionaje militar ruso un ataque cibernético perpetrado en 2015 contra el Parlamento alemán. Está por verse qué efecto tiene la visita de Seehofer a Moscú sobre los nexos binacionales. Las relaciones entre los dos países pasan por una fase de extrema dificultad desde la anexión de Crimea por Rusia, aunque hasta ahora Merkel ha insistido en no romper el diálogo con Moscú.
ERC ( dpa / EFE )