Río+20: una mera desilusión
22 de junio de 2012La Cumbre sobre Desarrollo Sostenible en Río de Janeiro había realmente terminado antes de empezar. El Gobierno brasileño impulsó una declaración final y no dejó espacio para el debate. A pesar de ello, el ministro germano de Cooperación y Desarrollo, Dirk Niebel, quedó muy satisfecho porque “Alemania logró introducir en el documento final la relación entre el agua, el suministro de energía y la seguridad alimentaria”. Niebel hubiera querido empero, encontrar más disposición a “las reformas que necesita la ONU, a una mayor coordinación para lograr las Metas del Milenio y a un desarrollo sostenible.”
La declaración “El futuro que queremos” fija la lucha contra la pobreza como uno de los objetivos prioritarios, además de reconocer que se necesitan modelos económicos que respeten los recursos naturales. Si bien hasta el 2015 se definirán las metas para un desarrollo sostenible, faltaron hechos y fechas concretas.
La política ignora la realidad
“Los políticos no están dispuestos a ocuparse del futuro de la Tierra”, dijo Hubert Weigert, director de BUND, una asociación alemana que reúne a ONGs ambientalistas, y recuerda que la pesca excesiva, la destrucción de los bosques, la extinción de especies animales y vegetales ha aumentado en los últimos 20 años. Al mismo tiempo, recalca Weigert, “mil millones de personas sufren de inanición”.
El ministro alemán del Medio Ambiente, Peter Altmaier, entiende una parte de la crítica. Aún así, cree que dicho documento “es una buena base conjunta que Europa va a impulsar con ahínco”.
Cambio energético como ejemplo
A pesar del liderazgo alemán en la sustitución de energía nuclear “ni Alemania ni la Unión Europea (UE) aprovecharon esa ventaja para impulsar este proceso en Río”, lamenta Weigert, de BUND, y resalta que Alemania desaprovechó su posición ejemplar, “un país cuya sociedad civil ya antes de Fukushima se oponía en un 80% al uso de la energía nuclear y un gobierno que reaccionó porque reconoció que en una democracia no se puede ir indefinidamente contra las mayorías.”
Por lo menos, fuera del programa oficial, el Gobierno alemán promovió la idea, junto con la Asociación federal de la Industria Alemana, a favor de Alemania como un país productor en donde es factible abandonar la energía atómica e implementar fuentes alternativas. “Existe la esperanza de que el modelo alemán del cambio de energía le sirva a países emergentes y en desarrollo”, concluye Weigert.
Economía verde
Mientras, sobre todo organizaciones ambientalistas y gobiernos de izquierda, rechazan el concepto de una “economía verde” como continuación del capitalismo pero con sello ecológico. En la economía ha comenzado el debate en torno a la definición de un nuevo término para el crecimiento.
"También en el futuro habrá crecimiento", apunta Cajo Koch-Weser, exsecretario de finanzas y director ejecutivo del Banco Mundial, hoy consejero del Deutsche Bank. “Pero la pregunta clave será la calidad y composición de ese crecimiento. La limitación de los recursos naturales tiene que llevar a una mayor producción de recursos”, analiza Koch-Weser
Calidad en lugar de cantidad es lo que también exigen los ambientalistas cuando hablan de crecimiento económico. “Sólo si los países industrializados reducen su consumo de materias primas, queda espacio para que países emergentes y en desarrollo alcancen bienestar material”, concluye Hubert Weigert.
¿Crecimiento de una vía?
La Cumbre de Río sin embargo, apunta unilateralmente al crecimiento económico sin exigir nada de los países industrializados, es la crítica del ambientalista alemán de BUND.
Pero aunque de Río no salió nada concreto en lo que se refiere a protección del clima, a la reforma de la ONU, a las metas de un desarrollo sostenible, el ministro alemán de Cooperación y Desarrollo, Dirk Niebel, no se desmotiva: "Ahora tenemos que fijarnos metas propias y ambiciosas con la esperanza de que otros sigan nuestros pasos”. ¿Acaso para llegar a esa conclusión se necesitan conferencias mundiales con la presencia de decenas de miles de personas? Niebel responde diplomática pero claramente: ”No podemos evadir una discusión sobre el sentido de tan grandes eventos”.
Autora: Mirjam Gehrke / JOV
Editor: Enrique López