Rusia pierde fuerza
2 de enero de 2009El diario La Chanrente Libre, de Angoulême, Francia, dice al respecto: “La nueva crisis por los precios del gas entre Rusia y Ucrania era previsible desde hace meses. Puede decirse que el cierre de los gaseoductos en Ucrania a manos del gigante gasero Gazprom es una reedición exacta de lo que sucedió hace tres años. Es una buena oportunidad para que Moscú envíe un doble mensaje tanto a Ucrania como a la Unión Europea: la emancipación de los antiguos Estados satélite tiene su precio. Los rusos pretenden dejar en claro que aún tienen un enorme potencial destructor, aún cuando son un gigante del pasado.”
Cálculo político
Este mismo tema es abordado por el Basler Zeitung, de Basilea, Suiza, en los siguientes términos: “El consorcio ruso pretende aumentar en casi 40 por ciento los precios del gas de exportación a Ucrania y Kiev no quiere pagar. Puede entenderse que ello enoje a los rusos. En el mercado internacional, 1.000 metros cúbicos de gas cuestan más de 400 dólares. Pero no fue el cálculo financiero, sino la tosudez política la que permitió que escalara este conflicto. En 2009 habrá elecciones en Ucrania, país que se encuentra en medio de una crisis. Ni el presidente Viktor Yuvchenko ni la aún jefa de Gobierno, Julia Timoschenko, quieren aparecer como debiluchos que aceptan precios y condiciones desde Moscú. Pero la propia economía rusa es azotada por la crisis y el Kremlin está hambriento de éxitos políticos. La victoria en este episodio podría pulir la imagen un tanto dañada del primer ministro Vladimir Putin.”
Rusia pierde fuerza
El Independent, de Londres, contempla así las cosas: “Las rígidas estructuras de suministro a lo largo de gaseoductos otorgan ventaja a los vendedores rusos. Países como Ucrania son incapaces de encontrar alternativas. En Europa, sin embargo, las cosas se ven distinto. Los vendedores deben tener cuidado de no asustar a sus clientes, orillándolos a buscar fentes alternativas de energía. Esto es especialmente importante para Rusia, cuyo desarrollo económico depende por completo de sus exportaciones de gas y petróleo y, además, está por sentir de lleno el peso de la coyuntura mundial. El oso ruso puede hacerle la vida difícil a sus vecinos, pero parece perder fuerza al intimidar a otras naciones.”
Los años terribles
El Corriere della Sera hace el siguiente análisis acerca de Cuba y sus 50 años de revolución: “Aún tras medio siglo, Cuba sigue siendo Cuba. La revolución se ha mantenido, pese a los pronósticos de la CIA y de los deseos de millones de cubanos que han huído de su país. El tono discreto de este primero de enero, en un gobierno dado a festejar hasta el más pequeño e intrascendente aniversario, es la única novedad. Es difícil imaginarse qué sucederá. Las reformas anunciadas por Raúl Castro han llegado a su fin. Cuba debió soportar el azote de tres huracanes. La crisis económica toca a las puertas y si desaparece el apoyo venezolano, los años más oscuros podrían regresar.”