Rumbo a Europa vía Berlín
1 de septiembre de 2003Turquía es el único país que ha solicitado ingresar a la Unión Europea con el que no se han iniciado negociaciones. No son pocos los que se oponen a su ingreso. Durante las últimas elecciones generales alemanas, el candidato de oposición social cristiano, Edmund Stoiber, indicó tajantemente que el ingreso de Turquía a la Unión Europea es impensable.
Según encuestas independientes la mayor parte de la población alemana está en contra del ingreso de Turquía a la UE. Muchos temen un posible incremento de la inmigración de turcos a Alemania. Otros argumentan que no existe compatibilidad cultural por ser Turquía un país musulmán.
Falla la diplomacia turca
En Alemania no se han olvidado las múltiples afrentas por parte de políticos turcos. En 1997 el entonces jefe de gobierno, Necmettin Erbakan, causó estupor con sus declaraciones en el sentido de que "los europeos deberían bajar avergonzados la mirada ante las grandes conquistas hechas por los turcos". Sólo un año después su sucesor, Mesut Yilmaz, volvió a causar gran revuelo diplomático al calificar el interés alemán por la ampliación hacia el este de "expansión agresiva comparable a la política perseguida por los nazis".
Las declaraciones hechas por los políticos turcos no son una casualidad, sino expresión de la frustración de Ankara que ve en Alemania a un aliado. En la actualidad viven en Alemania 2,5 millones de turcos y Alemania es el mayor socio comercial de Turquía. De ahí que en Ankara se sientan tan ofendidos por la supuesta falta de apoyo activo.
¿Negociaciones en el 2004?
Aún así el primer ministro, Tayyip Erdogan, se muestra optimista. El canciller alemán, Gerhard Schröder ha indicado públicamente y en varias ocasiones que cree en la posibilidad de una Unión Europea con presencia de Turquía. También el ministro de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, ha alabado las reformas políticas internas con las que Erdogan busca lograr el ingreso de su país a la UE. Fischer defiende la decisión de la Unión Europea de analizar las reformas implementadas por Turquía en el 2004 e iniciar negociaciones de ingreso, si el balance es positivo.
Si Turquía cumple con los Criterios de Copenhague, los valores fundamentales sobre los que se erige la Unión Europea, en el 2004, deberían iniciarse las negociaciones de ingreso, según Fischer.
Las posibilidades de que así suceda no son nulas. Erdogan ha logrado imponer una serie de reformas. No sólo se ha anulado la pena de muerte, ha sucedido lo mismo con una serie de leyes que limitaban la libertad de expresión. El gobierno turco permitió por primera vez la emisión de programas de radio en lengua curda y también ha limitado la influencia de los militares en el acontecer político. Todos estos logros son bien vistos en Berlín.