Rosneft, el nuevo y controversial coloso petrolero

La petrolera rusa Rosneft, de mayoritaria participación estatal, hizo su debut en la Bolsa de Valores de Londres, con curso ascendente. De una de las salidas a bolsa más grandes del mundo se trata aquí; ocupa el puesto siete en volumen después de NTT Mobile Communications, Enel, Deutsche Telekom, Bank of china, AT&T Wireles y la France Telecom.

.Lo que parecería una gran noticia económica, es un mensaje político de dudosa envergadura: la petrolera Yukos -casi en quiebra después de la confiscación ilegal y venta por parte del Gobierno ruso de uno de sus activos, la unidad petrolífera Yuganskneftegaz, que Rosneft adquirió en 2004 por medios bastante escabrosos- trató de detener esta salida a bolsa por considerar que se trata de activos ilícitos. La Justicia británica, sin embargo, rechazó su solicitud y no ordenó la revisión de la decisión de las autoridades financieras del Reino Unido. Y se dio luz verde a la Oferta Pública de Venta. Esto equivaldría a un lavado de dinero, argumenta Yukos. En vano.

De David ruso a Goliat internacional

Rosneft, este hoy gigante del petróleo, hasta hace algunos años era un gran desconocido fuera de Rusia. Se trataba de una empresa estatal más bien modesta, cuyo balance era negativo. A comienzos de los noventa emergió del ex ministerio soviético para petróleo y gas, en la misma ola de privatizaciones que hizo surgir a las hoy magnas Sibneft y Lukoil

Al contrario de estas últimas, buena parte de la primera quedó en manos estatales. Y los tiempos difíciles se prolongaron hasta el año 1998, cuando asumió su timón el hasta hoy presidente de Rosneft Sergej Bogdánchikov. Una jugada maestra fue colocar como presidente del Consejo Administrativo a un viejo amigo de Vladimir Putin, Igor Setschin, cuyas manos ayudan a mover los hilos del Kremlin.

Apenas en 2004, Rosneft fue catapultada a la cúspide económica, debido precisamente a la adquisición del corazón de Yukos: la petrolera Yuganskneftgas, que produce dos tercios del volumen total de Rosneft. Las reservas energéticas que ha llegado a poseer cubrirían la demanda alemana de los próximos 15 años. Es la tercera petrolera más grande de Rusia y la décimo primera en el mundo.

En la salida a bolsa de Rosneft, la British Petroleum, la petrolera china CNPC y la petrolera malaya Petronas figuran entre las principales compradoras, convirtiéndose así "en socios estratégicos" de Rosneft, según declaró Bogdánchikov. Hay un cuarto inversionista importante, que no se nombra. Se sabe, empero, que éstos en conjunto poseen ahora el 49,4% de las acciones.

"Política y moralmente insatisfactorio"

Robo denomina Yukos el asunto, mientras que muchos analistas económicos prefieren no pronunciarse, pues esto es claramente un asunto que desborda la economía. En declaraciones al diario Tagesspiegel, el ex ministro alemán de Economía, Otto Graf Lambsdorff calificó el asunto de "insatisfactorio política y moralmente".

Como fuere, y aunque Yukos recurra el asunto ante otros tribunales, nada puede impedir ya lo sucedido en la bolsa de Londres. Lo que está por verse es si, como ciertos expertos del ramo afirman, Rosneft logra su cometido de apropiarse de más activos de Yukos: cinco refinerías con una capacidad de 600.000 barriles diarios estarían en la mira. El poder económico para hacerlo lo tendría, y mucho indica que el político también.