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El Schindler latinoamericano

Eva Usi11 de mayo de 2016

El diplomático salvadoreño José Arturo Castellanos recibió un homenaje en Berlín por haber salvado a miles de judíos durante el Holocausto. Sus nietos Álvaro y Boris Castellanos presentaron el documental "The rescue".

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Sala principal del Memorial de Yad Vashem.
Sala principal del Memorial de Yad Vashem.Imagen: picture alliance/ZUMA Press

"Su actuación contradice a los que afirman que nada se sabía durante los años en los que la maquinaria nazi envió a millones al exterminio", destacó Félix Klein, encargado del gobierno alemán para las relaciones con organizaciones judías.

En una ceremonia en la biblioteca del Ministerio alemán del Exterior, Klein recordó la trayectoria del militar y cónsul salvadoreño José Arturo Castellanos, que luego de ser asignado a Liverpool, Inglaterra, fue enviado a Hamburgo y siendo cónsul general de El Salvador en Ginebra, Suiza, entre 1941 y 1945, expidió numerosos documentos de identidad que impidieron que miles de judíos fueran enviados a los campos de concentración nazis. El gobierno alemán y organizaciones judías rindieron un homenaje al llamado "Schindler" latinoamericano.

El cónsul Castellanos había recibido la orden de su gobierno de no expedir visas, así que en vez de visas empezó a expedir documentos de identidad salvadoreños a ciudadanos europeos de origen judío que ni siquiera hablaban español.

La primera familia a la que salvó fue a la de un empresario húngaro de origen judío llamado György Mandl, que cambió su nombre por el de George Mandel Mantello. "Fue una familia muy amiga de mi abuelo que lo ayudó a establecerse cuando llegó a Europa, pero luego le pidieron ayuda cuando comenzó la persecución nazi. Cuando vieron que funcionó decidieron ampliar la ayuda a más gente", afirma por su parte Álvaro Castellanos, nieto del diplomático salvadoreño. Mantello fue contratado como Segundo Secretario del Consulado de El Salvador en Ginebra, Suiza.

Aspecto de la ceremonia en la biblioteca del Ministerio alemán del Exterior.
Aspecto de la ceremonia en la biblioteca del Ministerio alemán del Exterior.Imagen: DW/E. Usi

Fábrica de documentos en Ginebra

"El mismo Mantello tenía un taller en donde falsificaba los documentos, que luego eran reconocidos por los gobiernos de Hungría y Francia, que les ponían su sello. En esos países fue en donde la iniciativa tuvo el mayor éxito. Así salvaron a mucha gente", afirma.

Álvaro y Boris Castellanos presentaron el documental "The Rescue", que sigue los pasos de su abuelo en Ginebra y muestra los testimonios de familias rescatadas por él. Entre los testimonios figura el de su hija Yvonne Castellanos, que recuerda las dos veces que vio llorar a su padre.

La primera vez fue en Ginebra cuando George Mantello envió su sastre a su padre para que le hiciera un traje. Su hija le preguntó porqué tenía esas deferencias con él. "¿Qué te debe la vida? Me dijo que sí y se puso a llorar. En 1976 lo ví llorar otra vez porque no había logrado salvar a los judíos polacos".

Álvaro Castellanos, nieto de José Arturo Castellanos.
Álvaro Castellanos, nieto de José Arturo Castellanos.Imagen: DW/E. Usi

Justo entre las Naciones

Castellanos fue reconocido como un "Justo entre las Naciones" por el Estado israelí en 2010, después de un largo proceso. El Memorial de Yad Vashem recopila material y testimonios que son verificados de manera individual. El diplomático salvadoreño es el único de su país en una lista que es actualizada constantemente. "Hay 587 alemanes que salvaron a judíos y son considerados Justos entre las Naciones hasta el 2016. Provenían de todas las clases sociales; eran médicos, artistas, maestros, trabajadores manuales, porteros, prostitutas, amas de casa, choferes", afirma por su parte Sandra Witte, responsable de las ceremonias de honor a los "Justos entre las Naciones".

Mientras que muchos de estos alemanes salvaron a título individual a una persona, a una familia, Castellanos salvó a miles, sin embargo todos son honrados sin distinción por el Estado y el pueblo judío. "Se trata de vidas humanas. El nombre de Castellanos está grabado en Yad Vashem y nunca será olvidado. El Talmud dice que cuando alguien salva a una persona salva a un mundo".

Witte señala que cuando se le pregunta a uno de los Justos entre las Naciones por qué ayudó a los judíos la mayoría reacciona con sorpresa. "A menudo responden con otra pregunta: ¿Qué otra cosa podría haber hecho?"