¿Retornará a Zimbabue el dinero que desapareció con Mugabe?
23 de noviembre de 2017La prensa de chismes de Sudáfrica está, por estos días, llena de reportes sobre la "inconmensurable riqueza” que ha acumulado Robert Mugabe y su familia en estos últimos años. Sus fiestas de cumpleaños eran ocasiones para dispendios por sobre los 2 millones de dólares y solo el caviar y la champaña costaban 500 mil dólares. No se sabe realmente cuánto dinero posee el anciano ex jefe de Estado y sus allegados más cercanos, pero las estimaciones hablan de unos mil millones de dólares.
Además debe considerarse la casa con 25 dormitorios que tiene Mugabe en Harare, la capital de Zimbabue, cuyo valor comercial se calcula en 8,5 millones de euros, más las propiedades en una lujosa villa de Hong Kong por unos 4 millones de euros, supuestamente el lugar favorito de Grace, la esposa del renunciado presidente zimbabuense. Sin embargo, su propiedad más valiosa es el Palacio Hamilton, en Sussex (Inglaterra), que cuesta 40 millones de euros.
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Además, posee más de 15 mil hectáreas de terrenos, entre ellos algunos que fueron expropiados a los granjeros blancos. Se dice que algunas de las granjas se convirtieron en zonas de retiro privados y centros turísticos. Además: varios vehículos blindados, entre ellos un Mercedes tasado en 1 millón de euros y un Rolls-Royce, sin contar las costosas joyas, relojes, diamantes y otras cosas por el estilo que completan su colección.
"Gucci Grace”, la insaciable
La esposa de Mugabe, 40 años más joven que él, se llama Grace y ama el lujo y los regalos caros. Debido a su extravagante estilo de vida y a la ropa que usa, es conocida como "Gucci Grace”. En septiembre de 2014 defendió en público a su marido y lo calificó como el "presidente más pobre del mundo”. Además de la ropa, Grace adora las joyas. Cuando un anillo de diamantes avaluado en 20 millones de dólares, que la mujer había encargado con motivo de su 20 aniversario de bodas, no llegó a tiempo, Grace demandó a los joyeros libaneses encargados del envío.
Los dos hijos de Robert y Grace Mugabe también crecieron abrumados por el boato. Chatunga Mugabe vivió durante varios años en un apartamento en Dubái. Valor del arriendo: 30.000 euros. Luego se mudó a un lugar más "económico” en el barrio de Rivonia, en Sudáfrica, donde pagaba 4 mil euros al mes. Tras celebrar algunas fiestas escandalosas en el lugar, rápidamente debió dejar el apartamento. También ha causado revuelo por un video publicado en Instagram donde se lo ve derramando una costosísima botella de champaña sobre su también costosísimo reloj de diamantes.
Millones y miles de millones
El exministro de Finanzas de Zimbabue, Tenday Biti, asegura que cuando estuvo en el cargo se encontró cara a cara con el sistema corrupto montado por Mugabe. Entre 2010 y 2013, cuando Morgan Tsvangirai era primer ministro del país, Biti vio cosas que ahora comparte con DW, como que la trama corrupta no se limitaba a la familia del mandatario: "Mi problema no eran solo los millones que Mugabe desviaba regularmente, sino los miles de millones que desaparecían en otros lugares”, relata. "Hoy sabemos que cerca de 15 mil millones de dólares se esfumaron solo durante mi período en el ministerio", explica. Al mismo tiempo, el dinero para cubrir las necesidades de la población escaseaba. Un amplio sector de la población vive, hasta el día de hoy, en la más profunda miseria.
"Una de las mayores tareas del próximo gobierno de Zimbabue será hacer que el dinero robado por Mugabe retorne al país”, dice Biti. "No debería ser tan complicado encontrar las cuentas de Mugabe, ya que existen normas internacionales sobre la transparencia de las operaciones financieras mundiales”.
Ocultos en paraísos fiscales
Paul Holden, director de la ONG Corruption Watch, piensa distinto. Para él será muy difícil seguirle la pista al dinero de Mugabe. "Para que el dinero retorne a Zimbabue tienen que sumarse muchos factores. El primer paso es determinar qué tan grande es la fortuna de Mugabe realmente y dónde se encuentra”, dice Holden a DW. Supuestamente, una buena parte de esta fortuna se encuentra en paraísos fiscales. Incluso si se pudiera determinar dónde está el dinero, habría una nueva dificultad: demostrar que ha sido robado.
Casos de otros países muestran cuán difícil y lento puede ser este proceso. Por ejemplo, entre 1993 y 1998 el entonces presidente nigeriano, Sani Abacha, habría sacado de su país hasta 5 mil millones de dólares provenientes de la venta de petróleo. "Recién después de 16 años una pequeña parte del dinero robado pudo ser reintegrada a las arcas nigerianas”, cuenta Holden.
¿Un déspota tras otro?
"Mi esperanza es que la salida de Mugabe sea el punto de inicio de un cambio en Zimbabue, de una dictadura a un estado democrático con una sociedad civil libre y poderosa”, dice Holden. La pregunta ahora es si el sucesor designado, el exvicepresidente Emmerson Mnangagwa, es realmente el hombre indicado para sacar adelante el desafío.
"Mnangagwa fue por más de 30 años un estrecho colaborador de Mugabe y, como tal, parte del sistema corrupto del mandatario”, agrega Holden. "La mayoría de los observadores son también muy escépticos y nadie sabe si él será distinto a su predecesor o, como ocurre a menudo, un déspota será reemplazado por otro déspota”.
Autor: Antonio Cascais (DZC/VT)