Retirar tropas de Afganistán es un plan arriesgado
19 de noviembre de 2020DW: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que retiraría tropas de Afganistán e Irak. En Afganistán, se supone que el número de tropas se reducirá de 4.500 a 2.500 efectivos para el 15 de enero de 2021. ¿Qué opina sobre esta decisión?
Dr. Marvin Weinbaum: Es una decisión anticipada. El presidente había hablado de querer retirar todas las tropas estadounidenses de Afganistán al final de su primer mandato. Luego tuiteó que estaba preparado para que sucediera estas Navidades. Así que en verdad se creó la expectativa de que tomaría alguna decisión en este sentido en las próximas semanas.
Es una decisión que no le ha gustado a casi nadie. El Ejército nunca ha querido estar en una posición en la que no hubiera tropas estadounidenses o hubiera muy pocas para poder realizar operaciones antiterroristas o proteger los activos estadounidenses en el país.
Curiosamente, los países vecinos tampoco se han mostrado satisfechos. Todos quieren que Estados Unidos se vaya, pero les preocupa que lo haga prematuramente, de modo que el problema de Afganistán se les venga encima.
Entre los miembros de ambos partidos políticos (estadonunidenses) reina la sensación de que si no nos retiramos de manera responsable, es muy posible que estemos creando más problemas para el futuro. Son conscientes de que este paso se debe a una preferencia personal del presidente, a sus cálculos políticos para una futura carrera en política,
¿Qué tan inusual es que un presidente de Estados Unidos tome decisiones de política exterior tan importantes poco antes de un traspaso de poder?
Normalmente, el titular no toma ninguna medida que de alguna manera impida que la administración entrante establezca sus propias [estrategias] de política exterior. Lo que ha hecho con esta medida es adelantarse hasta cierto punto a la administración de Biden para establecer su propia política para Afganistán.
Aún así, veremos un intento de Biden de forjar su propia política afgana, a pesar de que ahora está algo restringido. Pero esa política no será muy diferente de la que vemos ahora, debido al compromiso de que los afganos deben estar preparados para tomar el control completo cedido por las fuerzas estadounidenses e internacionales.
El calendario para llevar a cabo esto y la cifra de fuerzas estadounidenses [que deben permanecer allí] pueden diferir, pero el objetivo de regresar a las chicas y chicos a casa, por así decirlo, es común en ambas administraciones.
Entonces, si la administración Biden también está interesada eventualmente en retirar a todas las tropas de Afganistán, ¿podrían simplemente cambiar de fecha?
Originalmente queríamos que [todas las tropas] salieran en abril, porque anticipamos que para abril habría avances en las conversaciones de paz y que, por lo tanto, podríamos decir: sí, nos vamos, pero nos vamos de un país que avanza con paso firme hacia la búsqueda de una solución política a lo que han sido casi 20 años de conflicto militar.
Pero lo que hemos aprendido de estas negociaciones [entre el gobierno afgano y los talibanes] es lo difícil que será llegar a algún tipo de acuerdo. Las dos partes tienen una visión muy diferente de cómo debería ser Afganistán.
Por un lado, existe la visión de un sistema democrático constitucional y bastante liberal. Esa es la aspiración que tiene (el gobierno afgano). Los talibanes instalarían un régimen que solo valoraría una interpretación estricta de la ley religiosa como base del orden político. Estas dos visiones son incompatibles.
¿Qué opinión tiene del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, quien dijo que si Estados Unidos se retiraba de Afganistán demasiado rápido, podría terminar como la "humillante salida estadounidense" de Saigón en 1975? Esas son palabras fuertes de alguien que suele ser un ferviente partidario de Trump.
El problema aquí es que si actuamos unilateralmente, porque Kabul no quiere que salgamos de la forma que el presidente Trump intenta hacerlo, estamos enviando el mensaje, una vez más, de que no se puede confiar en Estados Unidos. Creo que a eso se refiere el senador McConnell con sus comentarios.
El Dr. Martin Weinbaum es el director de Estudios de Afganistán y Pakistán en el Middle East Institute, un grupo de expertos con sede en Washington DC. De 1999 a 2003 colaboró como analista para Pakistán y Afganistán en la Oficina de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado de Estados Unidos.
(rmr/ers)