"Resultados de elecciones alemanas no son síntoma de lo que sucede en Europa”
29 de septiembre de 2009Deutsche Welle: Alemania prefiere no arriesgar en tiempos duros y apuesta por menos Estado y más iniciativa privada es una de las posibles lecturas de los resultados de estas elecciones. ¿Usted cómo lo ve?
María Muñiz: A mí me parece que eso es arriesgar más. Yo, como socialista, lamento la pérdida de posiciones del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), pero cabe señalar que la unión conservadora CDU/CSU ha perdido incluso más que el SPD. Esto hay que tenerlo muy en cuenta ahora en pleno triunfalismo de la nueva coalición. ¿Cómo se interpreta eso? Pues hay un castigo a quienes han estado gestionando la crisis hasta ahora, es decir a ambos partidos de la grosse Koalition. Han aumentado espectacularmente Die Linke (La Izquierda) y Los Verdes, y también los Liberales, los partidos que estaban en la oposición.
Esto da mayor mérito al éxito recién obtenido por los socialistas en Portugal; es decir un partido de izquierda que ha tenido que manejar la crisis y que no ha bajado estrepitosamente como sí lo ha hecho la CDU/CSU y los socialdemócratas que estaban gobernando con ellos.
Entonces, ¿cómo explica usted la estrepitosa caída de los socialistas alemanes?
Porque han participado en la gestión de una crisis económica no aplicando criterios socialdemócratas sino una política más bien de derechas y parte de los votantes socialdemócratas se han desviado hacia La Izquierda, porque no han confiado en que los socialdemócratas fueran a hacer una política realmente de izquierdas, de mayor protección social, de mayor gasto público en inversiones productivas en tiempos de crisis que es lo que hace falta en estos tiempos.
¿Qué perspectiva tiene un SPD bastante magullado en el panorama político europeo? ¿Una cooperación con La Izquierda?
Dentro del Grupo socialistas europeo el SPD sigue siendo la delegación mayoritaria –seguida muy de cerca por la española- y estas elecciones no afectan a la formación del grupo. Pero sí es cierto que salen más debilitados con respecto a lo que estaban hace una semana en el grupo socialista, el segundo de una cámara de mayoría de derechas.
Desde el Parlamento Europeo no toca hacer una oposición de izquierdas, al igual que el SPD tendrá que tratar de hacer una oposición unida con La Izquierda y Los Verdes en el Bundestag. Porque está claro que se van a confrontar -tanto en Europa como en Alemania- dos políticas: la una de mayor presencia de lo público frente a la bajada de impuestos; mayor protección social frente a la de la liberalización; la mayor protección de los trabajadores frente a quienes creen que los trabajadores tienen que quedar a merced del albur del mercado. Eso se va a tratar, en tiempos de crisis económica mundial, se va a reflejar en todos los parlamentos, incluido el europeo.
¿Se harán sentir los liberales? ¡Siga leyendo!
¿Cree usted que se sentirá la presencia liberal en cuanto a política exterior? ¿Qué acento tendrá?
Se sentirá, claro. El Gobierno alemán ya no tendrá el freno a la derecha que ha tenido gracias al SPD. Volviendo al principio: no creo que los alemanes hayan optado por no asumir riesgos, creo que han asumido un riesgo muy grande. Cuando se necesita más Estado han optado por menos; en la política exterior cuando se está decidiendo la supervisión de las transacciones financieras, la eliminación de los paraísos fiscales, la mayor presencia de lo público en controlar todo el sistema financiero internacional, pues Alemania -que es un Gobierno muy fuerte en Europa- va a tener una postura distinta a la que ha tenido hasta ahora y van a tratar de rebajar –si hacen lo que han dicho en la campaña los liberales- esa presencia que yo creo necesaria. No sólo del Estado alemán en Alemania, sino de las instituciones públicas, incluidas las europeas, en el mundo.
Mirando hacia América Latina. ¿Cree usted que este nuevo acento liberal logre la liberalización de los mercados, algo a lo que la UE se ha opuesto y que es exigencia de algunos países del otro continente?
En el Parlamento Europeo, los liberales son la tercera fuerza. Tanto éstos como los alemanes tendrán una tendencia a eliminar los obstáculos a la liberalización total de los de los intercambios comerciales. Pero lo que reclaman los Estados latinoamericanos normalmente a la UE no es la liberalización total; es que tengamos en cuenta los desequilibrios y las distintas dimensiones de un mercado y otro. Porque no estamos hablando solamente de México o Brasil sino también de las pequeñas economías como las de Centroamérica con las que estamos negociando un acuerdo de asociación que no quiere la liberalización del comercio –eso ya lo tienen con América del Norte-, quiere que se tenga en cuenta la asimetrías. De todas formas, la UE es un conjunto de 27 Estados, no deciden solamente los alemanes, aunque tengan mucho peso.
“Las elecciones alemanas le toman la temperatura a Europa”, afirmaba el diario español La Vanguardia en vísperas de los comicios germanos…
No creo que los resultados de las elecciones alemanas sean un síntoma de lo que está sucediendo en Europa. Tenemos resultados totalmente diferentes en Portugal y tendremos elecciones en Grecia en pocas semanas. Un análisis riguroso dice que en Europa hay una diversidad de posiciones muy grande; incluso en las elecciones al Parlamento Europeo no hubo un resultado unívoco.
Europa se encuentra ahora mismo en una situación muy interesante con una serie de sucesos hacia el interior como la aprobación del Tratado de Lisboa, la puesta en marcha de esas políticas en caso de que llegase a entrar en vigor después del referéndum en Irlanda y los procesos de ratificación que faltan –en República Checa y en Polonia. Europa tiene también un gran papel hacia el exterior que desempeñar con las grandes conferencias internacionales, desde la del G-20 que se acaba de celebrar hasta la de diciembre sobre el cambio climático. Europa está muy dinámica y muy viva, y veremos cuál es la orientación política se le da que por el momento es muy diversa.
Entonces, ¿en cuanto a la temperatura europea no hay nada qué decir?
Sí, estamos a 100 grados Celsius. Hay muchas cosas por hacer y hay un papel nuevo para Europa, y sí Europa está en ebullición pero no con una orientación política determinada hacia la derecha, porque aunque haya una mayoría de derechas en los gobiernos europeos hay una presencia muy fuerte de la izquierda.
Autor: Mirra Banchón
Editor: Claudia Herrera