Renuncia jefe de la Policía de Buenos Aires

El número uno de la fuerza de seguridad participó este jueves de un acto oficial en la escuela de cadetes, que encabezaba Garré, y en su lugar estuvo el segundo de la Policía, el comisario Alejandro Di Nizo, que la prensa señala como su sucesor.

La renuncia se da al día siguiente de que la ciudad de Buenos Aires sufriera diversos destrozos en dos incidentes con pocas horas de diferencia. En la tarde y noche del miércoles, manifestantes destrozaron la casa de la provincia de Tucumán en la capital argentina, en medio de una protesta luego de que la Justicia absolviera a los 13 acusados del secuestro de María de los Ángeles "Marita" Verón, un emblemático caso de trata de personas. Hubo un fuerte enfrentamiento entre los manifestantes y la policía.

También hubo disturbios provocados por hinchas

Horas después, con motivo del denominado "Día Mundial del Hincha de Boca", cientos de simpatizantes "xeneizes" provocaron disturbios en el Obelisco, en plena Avenida 9 de julio. Los hinchas también se enfrentaron con la policía rompieron varios locales comerciales. Hubo al menos 35 detenidos y 11 policías heridos. Pasada la medianoche, la zona era un desastre: vidrio roto, piedras, basura y botellas, entre otras cosas que se podían ver en la famosa avenida de Buenos Aires.

El gobierno de la capital argentina denunció "una actitud pasiva" por parte de la Policía Federal, que depende del gobierno nacional, que a su vez es opositor a la alcaldía de Buenos Aires. "La presencia policial tiene que ser activa y proactiva y si estamos frente a la comisión de delitos tiene que participar. Es necesario encauzar el respeto por la ley", dijo el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro.

Según versiones periodísticas, Capdevila habría discutido esta mañana con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, por los destrozos de ayer. El comisario había ascendido el 16 de diciembre de 2010 en reemplazo del comisario general Néstor Valleca, quien a su vez estuvo seis años y medio en el cargo.

Fuente: dpa

Editora: Cristina Papaleo