Rent a Scientist: ciencia como prestación de servicios
1 de junio de 2006
Rent a Scientist GmbH fue fundada hace una década por tres químicos de la Universidad de Ratisbona, una pintoresca localidad en el este de Baviera. El modelo empresarial por el que optaron Raimond Brotsack y sus amigos universitarios Georg Maier y Robert Nusko, fue encontrado por casualidad. Una tintorería buscaba con regularidad un químico, así que los tres académicos se dirigieron a la empresa con una propuesta que debía probar la idea de su negocio. La idea funcionó. Los tres obtuvieron su primer contrato por cuatro años en el que fungirían como departamento externo de investigación. En el 2000 registraron la empresa y contrataron a un administrador que debía ser la cabeza ejecutiva del grupo y quien controlara la planeación y el avance de los proyectos.
No hay éxito fácil
Al principio las subvenciones, los créditos y el capital se hicieron esperar. El primer laboratorio fue instalado en el sótano casero y cada inversión tenía que ser financiada por las entradas producto de ganancias. Eso significó un freno al desarrollo de la empresa pero enseñó a los jóvenes empresarios a trabajar de manera eficiente. El poco financiamiento inicial no detuvo el éxito a final de cuentas.
Sobre todo las pequeñas y medianas empresas se han beneficiado de la idea de los jóvenes investigadores, que ponen a su disposición know how y los procesos de desarrollo, descubrimientos y patentes listos para presentarlos al mercado. Ahora la empresa tiene un volumen de negocio de un millón de euros y se encuentra en plena expansión. Desde su fundación ha cambiado dos veces de sede y su lista de especialidades crece también.