Relatora de la ONU: “Las medidas de Bolsonaro son racistas”
4 de enero de 2019Una de las primeras decisiones tomadas por Jair Bolsonaro al asumir la presidencia de Brasil el pasado martes (1.1.2019) fue despojar a la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) de su facultad para delimitar las reservas indígenas, las tierras de los quilombolas (los descendientes de esclavos prófugos) y los terrenos de los campesinos inscritos en los programas de reforma agraria del país. Esa prerrogativa quedó en manos de la nueva ministra de Agricultura, Tereza Cristina Correa. DW habló con Victoria Tauli-Corpuz, relatora especial de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, sobre las implicaciones de esa medida.
Deutsche Welle: ¿Qué opinión tiene usted sobre esa moción?
Victoria Tauli-Corpuz: Yo la considero un retroceso porque el Ministerio de Agricultura apoya la expansión de las áreas de producción agrícolas para criar ganado o para aumentar las exportaciones. Además, la transferencia de competencias en cuestión puede minar la capacidad de la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) para proteger los derechos de los pueblos indígenas y sus territorios. Los recursos y las facultades de FUNAI pueden verse reducidos significativamente.
La medida provisoria de Jair Bolsonaro fue publicada el 2 de enero. El mandatario la ha defendido alegando que es necesario integrar a los pueblos indígenas al resto de la sociedad brasileña. Desde su cuenta de Twitter, Bolsonaro afirmó: "Más del 15 por ciento del territorio nacional está delimitado como tierra indígena y quilombola. Menos de un millón de personas viven en estos lugares aislados del Brasil, explotadas y manipuladas por organizaciones no gubernamentales”…
Esas son declaraciones discriminatorias y racistas, reñidas con las obligaciones legales adquiridas por Brasil y con los patrones internacionales de derechos humanos. La Convención 169 de la Organización Mundial del Trabajo, ratificada por Brasil, y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblo Indígenas afirman categóricamente que los pueblos indígenas tienen el derecho a decidir si se integran o no a la sociedad dominante.
Brasil también aprobó las directrices del Alto Comisionado de la ONU para los Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario, que estipula el derecho de esos pueblos a permanecer aislados y a no ser contactados. Entrar en sus territorios puede allanar el terreno para la desaparición de esos pueblos, para su genocidio. Por cierto, esos no son derechos especiales, sino derechos que debemos garantizar debido a la historia de discriminación y colonización que ellos sufrieron.
En el estudio que usted publicó en julio de 2018, Acorralados por áreas protegidas, usted sostiene que los pueblos indígenas juegan un papel fundamental en la protección de la biodiversidad del mundo. En ese sentido, ¿qué importancia tiene la demarcación legal de las tierras indígenas?
Las investigaciones realizadas en los últimos años revelan que, cuando las tierras de los pueblos indígenas son demarcadas y sus derechos a esos territorios son respetados, la integridad de la fauna y la flora es conservada de una manera más eficaz. No es casual que blindar esos derechos sea uno de los objetivos de las convenciones globales sobre biodiversidad, medio ambiente y calentamiento global.
(erc/elm)
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