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ConflictosFederación Rusa

Vuelta del frente: ¿por qué soldados rusos siguen matando?

17 de junio de 2024

Muchos militares rusos que participaron en la invasión de Ucrania sufren trastorno de estrés postraumático. Los expertos advierten que esto plantea peligros para la sociedad rusa.

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Silueta del soldado mirando por unos prismáticos.
Un soldado ruso en el frente de Ucrania en una imagen de archivo.Imagen: RIA Novosti/SNA/IMAGO

El regreso de Alexander Mamayev del frente en Ucrania terminó en tragedia. Durante una fiesta, el hombre, de 44 años, se emborrachó y apuñaló a su esposa con un cuchillo delante de sus hijos. Pensó que su esposa había echado mano al dinero que llevaba en el bolsillo de su pantalón. Las personas que conocen a Mamayev, natural de Zavolzhye, en la región rusa de Nizhny Novgorod, dijeron al tribunal que antes de la guerra era una persona tranquila que "no haría daño ni a una mosca".

Este es sólo un ejemplo de los crímenes cometidos por los participantes en la invasión rusa de Ucrania a su regreso a casa, muchas veces bajo la influencia del alcohol. Este fue el caso también del sargento Stanislaw Ionkin, que el año pasado quiso celebrar sus vacaciones en el frente en un club nocturno. Según él, allí hubo una discusión. Ionkin disparó una pistola de bengalas, lo que provocó un incendio en el que murieron 15 personas.

Según el medio en línea en ruso Verstka, lanzado desde el extranjero en 2022, los participantes en la guerra cometieron 190 crímenes en dos años, 55 de los cuales fueron asesinatos. La mayoría de los perpetradores estaban borrachos. Posteriormente se quejaron de estallidos de violencia incontrolados. Según los psicólogos, estos son signos de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los informes sobre crímenes en Rusia muestran que muchos de los crímenes fueron cometidos por exmercenarios del ejército privado Grupo Wagner.

Mercenarios rusos inspeccionan un edificio semiderruido.
Soldado del Grupo Wagner en Bachmut en mayo de 2023.Imagen: RIA Novosti/SNA/IMAGO

Las autoridades rusas han puesto en marcha un programa para tratar a quienes regresan del frente. La demanda es tan grande que no se llega a ayudar a todos los afectados. Además, muchos militares con trastorno de estrés postraumático rechazan la ayuda.

Problemas mentales

Uno de los problemas más comunes de los que informan los militares en las redes sociales son las pesadillas y los constantes flashbacks, en los que reviven las experiencias traumáticas. Por ejemplo, tienen la sensación de recibir disparos muy lejos del área de combate, normalmente en lugares donde hay mucha gente o vehículos.

Otros pierden los estribos cuando suenan fuegos artificiales o tienen miedo de salir sin un arma. "En la guerra uno piensa que está bien, pero luego regresas a la vida civil y te das cuenta de lo diferente que es. Con el tiempo, sientes que has cambiado por dentro", explica a DW un soldado regresado del frente.

Andrei (nombre cambiado), de 23 años, es un soldado ruso contratado. Según su novia, Svetlana, él ha cambiado mucho durante los dos últimos años de guerra. Andrej solía ser conversador y alegre, pero ahora es un hombre retraído y agresivo. "Hace mucho tiempo, hablando por videollamada, decía que se estaba volviendo loco”, recuerda la joven. Como resultado, hablaba con menos frecuencia con Andrej por teléfono y sus respuestas a los mensajes de texto eran cada vez más breves.

Este año la pareja tuvo una niña, pero Andrei no visitó a su esposa ni a su hijo durante sus últimas vacaciones. "Una vez escribió cosas desagradables, incluso sobre nuestro hijo. Pensé que nuestra relación había terminado. Pero al día siguiente se disculpó en un mensaje de voz y dijo que se estaba volviendo loco", dice Svetlana. La joven espera que la idea de ser padre ayude a Andrej a encontrar estabilidad en la vida.

De vuelta al frente

Según un estudio del Instituto de Investigación Psiconeurológica Bekhterev de San Petersburgo, el trastorno de estrés postraumático lo desarrollan entre el tres y el once por ciento de los veteranos de guerra. El año pasado, el instituto envió protocolos de tratamiento a diversas instituciones y las autoridades rusas anunciaron la creación de los correspondientes centros de rehabilitación.

Según el Ministerio de Sanidad ruso, 11.000 militares rusos que participaron en la guerra contra Ucrania, así como sus familiares, buscaron ayuda psicológica el año pasado sólo en seis meses. Se trata en su mayoría de hombres que abandonan el Ejército por motivos de salud o familiares de soldados caídos en combate. Pero el ministro de Salud, Mikhail Muraschko, tuvo que admitir que en 2023 sólo el 15 por ciento de los afectados pudieron recibir tratamiento.

Algunos soldados diagnosticados con trastorno de estrés postraumático incluso tuvieron que regresar al frente. Esto es lo que le ocurrió a Alexander Strebkov, de 25 años, que fue reclutado por el Ejército como parte de la movilización. A pesar del diagnóstico de los médicos de que no se le debía dar un arma, lo enviaron de regreso a la zona de guerra.

Advertencia de consecuencias posteriores

Durante los grandes conflictos militares, como la invasión de Ucrania, el número de trastornos mentales entre el personal militar podría ser significativamente mayor que el indicado en el estudio del Instituto Bekhterev, afirma un psicoterapeuta ruso que no quiso ser identificado. Cita al Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos, que estima que la incidencia de trastorno de estrés postraumático entre el personal militar que regresa de los diversos conflictos llega hasta el 29 por ciento.

Un grupo de soldados atraviesa la ciudad devastada.
Militares rusos en Avdivka en una imagen de febrero.Imagen: Dmitry Yagodkin/TASS/dpa/picture alliance

Por lo tanto, el terapeuta espera un aumento de los delitos en Rusia que puedan atribuirse al trastorno de estrés postraumático entre los soldados. "Hay que tener en cuenta que algunos participantes en la guerra, como los del Grupo Wagner' ya tenían un pasado criminal. Su psique podría haber sufrido aún más como resultado de las operaciones de combate", afirma el terapeuta. Advierte que el trastorno de estrés postraumático no tratado puede provocar trastornos posteriores. "También existe dependencia del alcohol o de sustancias psicotrópicas, lo que causa problemas en la sociedad". Según el terapeuta, son principalmente las familias las que más lo sufren, especialmente el desarrollo psicológico de los niños.

¿Halagar como a héroes o facilitar la introspección?

El tratamiento se basa en revivir experiencias traumáticas, afirma el terapeuta, que atendió, por ejemplo, a veteranos de la guerra en Chechenia. "Esto ayuda a los pacientes a revivir varias veces sus experiencias", afirma. La recuperación requiere una media de diez sesiones durante un período de seis meses.

Algunos psicólogos que tratan a militares con trastorno de estrés postraumático intentan embellecer las experiencias de los hombres. "Aunque esto puede ser un apoyo emocional durante la terapia, en términos de valores humanos puede llevar a que la violencia y la agresión se perciban como normales", advierte el terapeuta. En lugar de alagarles ilusoriamente como a héroes, se debe ayudar a los afectados a comprender la situación en la que se encuentran y superar los sentimientos de culpa.

Pone como ejemplo a Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. En aquel momento, el término PTSD aún no existía ni existía ningún tratamiento, pero la sociedad alemana reconsideró sus puntos de vista. "La principal tarea de la terapia es normalizar la vida del paciente para que comprenda sus errores y construya una nueva vida", dice el terapeuta. "Todo el mundo tiene derecho a eso".

(lgc/mn)