Refugiados ucranianos y rusos en México, rumbo hacia EE. UU.
1 de abril de 2022Llegan de Kiev o Lviv, de Moscú o San Petersburgo. Algunos no vuelan directamente a Ciudad de México, sino que hacen escala en Turquía para que nadie sospeche nada. No se quedan en la capital mexicana, sino que toman el siguiente vuelo hacia Tijuana, en el noroeste, reconocida como el centro de la inmigración a los Estados Unidos. Se trata de su penúltima etapa.
Los rusos y ucranianos cruzan el Atlántico para llegar a su destino final: San Diego, en California, a sólo diez kilómetros de Tijuana.
Es así como los ucranianos y ucranianas se mezclan con los demás refugiados que llegan caminando o en ómnibus, e incluso sobre el techo de un tren. "Muchos son mexicanos que huyen de la violencia. Otros provienen de Honduras, El Salvador, Guatemala, Cuba, Venezuela o Haití”, dice a DW Stephanie Galeano, de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR).
EE. UU. ofrece acoger a 100.000 refugiados ucranianos
Los efectos de la invasión rusa han llegado hasta la frontera entre México y Estados Unidos, en parte, porque Joe Biden ofreció recibir a 100.000 ucranianos y a otras personas que huyen de zonas de guerra. Pero aquí es donde las cosas se complican: ¿qué pasa con los rusos que rechazan el régimen de Vladimir Putin, pero llegan desde San Petersburgo o Moscú, es decir, desde un territorio que no está en guerra?
"Estados Unidos ya comenzó a expedir permisos humanitarios de residencia a refugiados ucranianos por un año, mientras que los rusos fueron rechazados en la frontera, sin que eso fuera explicado públicamente", señala Erika Pinheiro, directora de la oenegé Al otro lado, en entrevista con DW.
Rusos, varados como muchos latinoamericanos en Tijuana
Mientras la mayoría de los refugiados procedentes de Rusia se alojan en hoteles, varias decenas de otros rusos acampan en una zona peatonal del paso fronterizo de San Ysidro. Su situación es cada vez más precaria porque, debido a las sanciones contra el régimen del Kremlin, no pueden retirar dinero de los cajeros.
Las personas migrantes rusas viven ahora la odisea por la que han pasado venezolanos y centroamericanos: la de quedar varados sin estatus definido en tierra de nadie. Y evitan hablar con los medios por temor a replesalias contra sus familias en Rusia.
Crece el número de ucranianos y rusos en la frontera
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (CBP) dice haber tenido contacto con 3.240 inmigrantes rusos en 2021. "Contacto” significa que algunos intentaron varias veces entrar a Estados Unidos. Solo en enero de 2022, antes de que comenzara la guerra, ya eran 11.783, y la cifra va en aumento. Durante la pandemia, los consulados de Washington en Rusia estuvieron cerrados durante un largo tiempo.
También la cantidad de ucranianos que buscan asilo en Estados Unidos crece. En 2021, el CBP reportó 9.378 contactos. En 2022, solo en el mes de enero, la cifra ya ascendía a 4.338. Para poder entrar a EE. UU., los ucranianos tienen que mostrar sus pasaportes, declarar los datos de una persona en EE. UU. que responda por ellos, y demostrar que huyeron obligados por la agresión rusa.
"Cada día estaban llegando a Tijuana entre 150 y 350 personas. Desde el inicio de la guerra han sido 3.000 ucranianos. Incluso los refugiados ucranianos que no tienen aval pueden aspirar a un permiso de residencia, dice Andrea Rincón, de la organización de ayuda Juventud de la Frontera Civil. Y agrega que "tienen que demostrar ante un juez que corren peligro si vuelven a su país. Sin aval, la posibilidad es menor, pero la decisión depende del juez", apunta.
¿Refugiados de primera y segunda clase?
Mientras algunos alaban la medida de Biden, Estados Unidos replica la práctica europea de discriminación entre refugiados de primera y segunda clase, para quienes la frontera es un muro insalvable.
"Estados Unidos y la comunidad internacional no pueden descuidar otras crisis que afectan a millones de personas en América Latina y el Caribe", advierte el jurista Daniel Berlín, del Comité Internacional de Rescate, y agrega que "los demás refugiados necesitan protección en sus países de origen, en la ruta de huida, requieren programas de reasentamiento y un sistema de asilo que responda rápidamente a todas las crisis del mundo, no solo soluciones temporales para unos pocos".
(jov/cp)