Refugiados que desaparecen de los centros de acogida

No es la primera vez que desaparecen refugiados en Alemania sin dejar rastro, pero en la región de Baja Sajonia la cifra es muy alta. Según el periódico Neuen Osnabrücker Zeitung, en Baja Sajonia desaparecieron alrededor de 700 de los 4000 refugiados que habían recibido acogida, a corto plazo, en alojamientos provisionales. Muchos ni se registraron, el primer paso del proceso de asilo. Las autoridades no saben ni quiénes son ni su paradero. La cifra en Baja Sajonia parece mayor que el promedio nacional, pero los informes hablan también de esto en otros centros de acogida en todo el país.

No está prohibido. Los refugiados tienen ”en principio el derecho de moverse libremente y de abandonar los centros”, dice Matthias Eichler, el portavoz del ministerio del Interior de Baja Sajonia. Por lo que las autoridades “no pueden decir cuánta gente ha emprendido el camino por cuenta propia.”

Este nuevo aspecto, sin embargo, ha dado mucho que hablar. La desaparición de los refugiados sería otra señal de “la pérdida de control del Estado”, advierte Jochen Oltmer, experto en migración de la Universidad de Osnabrück. El ministro del Interior, Thomas de Maizière, se quejaba ya hace un mes de que algunos refugiados decidieran sobre su paradero. “Se van de los centros, piden un taxi y tienen sorprendentemente el dinero para viajar cientos de kilómetros por Alemania”, comentó enfandado de Mezière en la cadena pública alemana ZDF. La gran cantidad de refugiados sin registrar es un “serio” problema para el ministro alemán.

Según la ley en Alemania, los solicitantes de asilo deben registrarse en cuanto pisen suelo alemán. Pero en la práctica, la realidad es bien diferente. Desde hace semanas, miles de refugiados cruzan la frontera y las autoridades se ven colapsados por los registros.

Sin noticias

“Los refugiados no nos dejan ningún mensaje, no sabemos por qué se van”, describe el experto Oltmer la situación. Solo se puede especular sobre los motivos. Quizá los refugiados desaparecidos no quieran quedarse en las zonas rurales, en las que muchos reciben acogida. A lo mejor van a los lugares donde viven parientes y amigos en Alemania o a regiones que para ellos sean más atractivas. Puede ser que incluso se vayan a otros países, como los escandinavos.

Oltmer cuestiona el sistema alemán de repartición de refugiados porque dificulta la integración y entorpece la creación de redes. En definitiva, según Oltmer, las redes de contacto son muy importantes, como familiares y amigos, que viven en el país hace tiempo y pueden ayudar con temas burocráticos y facilitarles las cosas en Alemania, como la estancia y la orientación.

Por otro lado, Oltmer no ve ningún problema de seguridad cuando desaparecen estas personas, la mayoría no intentó saltarse el registro de forma consciente.

Desenvolverse en el país

Podría darse el caso de que algunos refugiados no saben en qué lugar de Alemania están. Muchos de los recién llegados no sabían con frecuencia dónde estaban, según un portavoz del ayuntamiento de la ciudad de Delmenhorst. Por lo que las autoridades comenzaron a colgar mapas de Alemania, para que los refugiados pudieran orientarse.

Si los refugiados abandonan el centro de acogida por cuenta propia sin haberse registrado previamente y la policía los detiene, serán considerados inmigrantes ilegales, y el proceso de registro debe empezar otra vez desde cero. Por ello, Oltmer propone que el proceso de registro debería ser más ágil: el Estado tendría de nuevo el control sobre la situación, los refugiados tendrían claridad sobre su futuro status y las autoridades obtendrían más seguridad a la hora de planificar.