Refugiados: Acnur llama a Centroamérica abrir sus fronteras
28 de febrero de 2018
La Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Kelly Clements, exhortó a los Gobiernos de Centroamérica a "mantener abiertas las fronteras" para atender los efectos de la migración.
Este problema, que tiene "muchas causas diferentes" como la violencia o la situación económica, requiere de un "enfoque múltiple", como el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS), mencionó Clements en una conferencia de prensa.
Esta es una iniciativa de cooperación entre seis Estados -Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Panamá- que se comprometieron a trabajar juntos para atajar de forma integral la crisis de desplazados forzosos que sufre la zona.
La iniciativa, presentada el pasado mes de octubre en Honduras, tiene el objetivo de abordar el ciclo completo de desplazamiento, desde causas estructurales y soluciones en los países de origen al tránsito y la protección de las personas, así como la integración y soluciones en los lugares de destino.
Nicaragua y El Salvador decidieron no participar en el programa y se mostraron escépticos sobre los resultados de esta cooperación regional.
Visita a Guatemala
Este martes (27.02.218) Clements, concluyó una visita de dos días a Guatemala agradeciendo la"solidaridad" del país con los refugiados que huyen de El Salvador y Honduras.
La representante dijo haber quedado "impresionada" por la actitud de solidaridad de la comunidad guatemalteca al ayudar a "aquellos que huyen de Honduras y El Salvador".
Clements llegó a Guatemala en el marco de una gira que la llevó a México y que también la llevará a Honduras para verificar el trabajo de los tres países con refugiados y migrantes, especialmente niños no acompañados.
El lunes, procedente de México, Clements visitó el Centro de Atención y Asistencia de Personas en Tránsito establecido por Acnur en el paso fronterizo de El Ceibo, frontera con México, en el norteño departamento de Petén.
También estuvo en la Casa del Migrante del municipio de Santa Elena, en Petén, otro refugio creado por la CEG a través de la Pastoral de Movilidad Humana.
Según los últimos datos de Acnur, el número de personas en el mundo forzadas a abandonar su hogar a causa de la guerra, la violencia y la persecución alcanzó su máximo histórico en 2016, con más de 65,6 millones de desplazados en su propio país o sobreviviendo en una nación extranjera.
Dos terceras partes son desplazados internos en su propio país (40,3 millones); 22,5 millones refugiados en terceras naciones; y 2,8 millones solicitantes de asilo, unas cifras que evidencia que una de cada 113 personas en el mundo es desplazada.
DG (efe, dpa)
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