Merkel aboga por reformas ante la eurocámara
8 de noviembre de 2012
Los jefes de fracciones del Parlamento Europeo se encontraron con una canciller alemana concisa y seria que expuso su visión de la crisis del euro y esbozó caminos que podrían llevar, en su opinión, a la salida de los problemas actuales.
Básicamente, Angela Merkel goza de respeto en la eurocámara, no sólo por ser la jefa de Estado de uno de los países más importantes y exitosos durante esta crisis. También porque se presentó como una europeísta y parlamentarista convencida.
“Cuestiones sensibles”
En su discurso, la canciller retrocedió en el tiempo hasta la caída del Muro de Berlín: la misma libertad experimentada en 1989 debe impulsar a los europeos a llevar a cabo las reformas necesarias. Y urgentes.
Así, en su opinión, se requiere no sólo de una férrea consolidación de los presupuestos sino de más disciplina y control para evitar que la deuda vuelva a ascender.
“Tenemos que encontrar ahora el camino para estabilizar sustentablemente la unión económica y monetaria corrigiendo el error fundacional”, afirmó Merkel. Así, en la cumbre de diciembre, los jefes de Estado y de Gobierno podrían acordar una “hoja de ruta ambiciosa” que incluiría reformas a ser llevadas a la práctica en los próximos dos y tres años.
Las instituciones europeas recibirían el derecho a intervenir en los presupuestos nacionales. Una mayor coordinación europea podría ser necesaria incluso “en temas centrales que rozan con la soberanía nacional. Me refiero a campos muy sensibles como la política laboral y la impositiva”, anunció la canciller.
¿Salvación sólo a través del Estado Europeo?
La política de austeridad impuesta a Grecia, España y Portugal fue criticada por algunos. Hannes Swoboda, jefe de la bancada socialdemócrata, exigió “terminar con el fracasado experimento de la política de austeridad” y “pasar a una política de crecimiento”. De unilateral calificó Rebecca Harms de Los Verdes la política de crisis de Berlín.
El liberal Guy Verhofstadt -ex primer ministro belga- aboga por una mayor integración europea como única salida de la crisis: “El euro puede desaparecer si no creamos un verdadero Estado europeo, un verdadero gobierno europeo, una democracia europea con un presupuesto de verdad y con bonos propios”.
No hay alternativa a la austeridad
Merkel se opone al bono europeo, pues en su opinión los bajos intereses disminuyen la necesidad de disciplinarse, algo imprescindible para la consolidación. Pero fue precisamente la crítica al duro curso impuesto a los países en crisis lo que despertó en la líder alemana una respuesta apasionada.
“Europa tiene que cambiar precisamente allí en donde nos hemos dormido en los laureles. Si cerramos los ojos no podremos mantener el bienestar común”, afirmó Merkel, cosechando aplausos. Por otro lado, los esfuerzos de los países como Irlanda, Portugal y España comienzan a dar frutos, subrayó.
La isla cada vez más solitaria
Las controversias con Gran Bretaña fueron parte del debate. El primer ministro británico, David Cameron, ha amenazado con bloquear el siguiente presupuesto marco y el movimiento antieuropeísta crece. “Un divorcio amistoso” propuso Nigel Farage, del UK Independence Party, hablando de una salida de Gran Bretaña de la UE.
“Se puede ser muy feliz en una isla, pero no creo que le haga bien a Gran Bretaña estar sola hoy, en un mundo de siete mil millones de personas”, concluyó la canciller alemana poco antes de salir para Londres. Así, aunque el debate con la eurocámara no fue coser y cantar, ya sólo por el hecho aceptar la confrontación, Angela Merkel ha tenido una buena resonancia.
Autor: Christoph Hasselbach/Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas