Recomendaciones para el futuro de la Unión Europea
8 de mayo de 2010"Hace ya tres meses estaba clara la situación", señaló Felipe González, refiriéndose a la crisis griega. Y recalcó que la decisión de ayudar a Grecia con créditos de hasta 80.000 millones de euros “se pudo haber tomado hace tres meses. Tres meses en los que Europa podría haber sido más productiva".
Felipe González y el "comité de sabios" presentaron este domingo sus recomendaciones para el futuro de la Unión Europea (UE). El citado Grupo de Reflexión fue creado hace dos años y medio y, junto a González, lo conforman, entre otros, los ex presidentes de Letonia y Polonia, Vaira Vike-Freiberga y Lech Walesa.
Los desafíos de Europa
Las reflexiones de este equipo, que carece de estatus oficial en la UE, apuntan mucho más allá de lo coyuntural. El "comité de sabios" propone, por ejemplo, revolucionar las medidas sobre eficacia energética, aumentar el peso de las energías renovables y recurrir a la polémica energía nuclear. "Europa no puede permitirse prescindir de ésta importante fuente de energía", asegura.
Pese al conocido rechazo de la canciller alemana, Angela Merkel, y del presidente francés, Nicolas Sarkozy, el Grupo de Reflexión recomienda un acercamiento a Turquía. "La Unión debe hacer honor a sus compromisos en relación con los actuales candidatos, incluida Turquía, y continuar con el proceso de negociación", apunta.
Educación e inmigración
Ante el retraso europeo en centros de educación superior, el "comité de sabios" propone con carácter urgente "desarrollar una red al máximo nivel de establecimientos de educación superior que puedan competir con los mejores del mundo". Al mismo tiempo, considera que los estudiantes "con altos ingresos deberían contribuir a los crecientes costos de la educación".
Por otra parte, sugiere "desalentar las actuales prácticas de jubilación anticipadas" y plantea que "la jubilación debería convertirse en una opción para los individuos, más que una obligación".
Los "sabios" recomiendan a la UE aprender de países como EE UU, Canadá y Australia, que compiten para captar emigrantes cualificados. Proponen una política común de inmigración a medio y largo plazo y que los inmigrantes disfruten de los "mismo derechos sociales que los nacionales de la UE".
Igualmente abogan por ampliar el mercado común en sectores en los que se ha desarrollado poco, sobre todo los servicios, incluidos los financieros. (dpa)
Editora: Emilia Rojas