¿Rechazarán los franceses la Constitución Europea?
24 de mayo de 2005
A pocos días de la votación los augurios no son buenos para los Europa. Varias encuestas dan por ganadores a los "enemigos de la Constitución". Eso es, por lo menos, lo que representantes de sindicatos, comunistas y otras agrupaciones de izquierda, guiados por el antiguo Primer ministro socialista Laurent Fabius, dicen ser. Al ser preguntados sobre qué es, exactamente, lo que, a su parecer, descalifica la Constitución en debate, nadie puede responder con certeza. No es de extrañar, pues el debate sobre la Constitución ha tenido que ver más con la carrera de algunos políticos que con la necesidad de democratizar las instituciones de la Unión Europea o las ventajas y desventajas de su ampliación.
La situación no podía ser más paradójica
Mientras los "padres" de la Carta Europea están convencidos de que Europa será así más democrática, la convicción de los amigos franceses del "non" es que su negativa hará a Europa más democrática y más social. En medio del "Festival musical por el no" se mezcla en la Plaza de la República de París el olor a Kebab, la hamburguesa turca de carne de cordero y verduras.
Otra paradoja: los turcos hacen hoy su agosto en las calles de la capital francesa vendiéndole comida a los opositores de la inclusión de Turquía a la UE, y una de las supuestas razones para el no. Así es la vida. "Primero está el negocio y luego la moral…", para citar en versión libre a Bertolt Brecht.
Chirac: "On est perdu"
En el Palacio del Elíseo el ambiente es muchos menos festivo. Fuentes cercanas al presidente Jacques Chirac hablan ya de "una derrota segura". Si, en efecto, la mayoría de los electores franceses rechazan la Constitución Europea, Chirac habrá cometido el más garrafal de todos sus errores en los 40 años de su vida política.
La ratificación de la Carta Europea bien pudiera haber sido votada por el legislativo francés asegurando así su aceptación. Pero Chirac quiso darle un bombón al electorado y el respetable le ha devuelto hiel. ¡Eso pasa por dejar elegir al pueblo…!
Observadores del escenario político francés hablan de un "harakiri" à la Chirac. Un "non" a la Constitución Europea es considerado por ello una derrota para Chirac y su corriente dentro del partido socialista y un triunfo para el disidente Laurent Fabius que "pretende catapultarse a la presidencia a través de un golpe bajo contra Europa".
Tarde, demasiado tarde
Hasta el parlamentario europeo franco-alemán de Los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, un optimista incurable, da por perdida la batalla. En el mismo Gobierno se habla ya sin tapujos del relevo del Primer ministro Jean-Pierre Raffarin y se ventila un cambio en la política social "para que, al fin, todo el mundo en Francia pueda conseguir un puesto de trabajo".
Una sabiduría tardía, ya que la insatisfacción de los opositores a la nueva Constitución fue alimentada por la pérdida de poder adquisitivo y el desempleo.